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Gabriel Mato: “Mientras todo es más caro para el agricultor, la ficha financiera del Posei es la misma que hace 20 años”

Nacido en la capital del Reino, pero palmero de adopción, Mato comenzó en política siendo concejal del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma
Gabriel Mato
Gabriel Mato Adrover, candidato canario del PP a la Eurocámara. / Cedida

Hijo de capitán de navío y amante del deporte desde siempre, destaca por un trato agradable que concilia con un temperamento notable si se tercia, no en balde hace muchos años, siendo árbitro de tenis, abroncó a John McEnroe, el genial zurdo neoyorquino famoso precisamente por increpar a los jueces en sus partidos. Nacido en la capital del Reino, pero palmero de adopción, Gabriel Mato Aldrover (Madrid, 1961) comenzó en política siendo concejal del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma para luego el salto primero a la política autonómica (fue consejero regional de Agricultura), más tarde a la nacional y, desde 2009, es eurodiputado, responsabilidad que aspira a renovar por tercera vez.

-¿Por qué considera que los canarios deben optar por la candidatura del PP en estas europeas?
“Lo primero y más importante es que se vote, porque Europa tiene muchísimo impacto en Canarias. ¿Por qué al PP? Porque es el partido que tiene las respuestas, es el único que ha defendido a los ciudadanos de Canarias mientras el partido socialista estaba con otras prioridades que además se las marcaban desde Waterloo. Mientras en el PP defendíamos a los agricultores, otros partidos estaban abogando por la amnistía. Mientras defendíamos a los pescadores y que llegasen más fondos para Canarias, otros partidos se preocupaban por el uso del catalán en las Instituciones europeas. Ahora más que nunca hace falta un partido fuerte, y ese el PP”.

-Hablemos del campo. ¿Ha acertado la UE suavizando los plazos para adaptarse a su nueva política medioambiental?
“Totalmente. Lo dijimos en su momento, y por eso el PP votó en contra de la Política Agraria Común (PAC). Votamos en contra de la ley de restauración de la Naturaleza, así como de la estrategia de la granja a la mesa, de la legislación sobre pesticidas y, en resumen, en contra de todo aquello contrario a los intereses de los agricultores, pero otros partidos no hicieron lo mismo. Por eso nos alegramos que la Comisión Europea haya rectificado esa política exageradamente medioambientalista y ahora apueste más por una línea de apoyo al sector agrario. ¡Los agricultores son los principales impulsores del respeto al medio ambiente! Algo muy parecido ha pasado con los pescadores”.

-Demasiados canarios sufren por la falta de vivienda. ¿Qué se puede hacer desde la UE?
“Como sabe, se trata de una competencia de los estados miembros, pero hay que hacer un análisis sosegado. Hay que distinguir Europa por una parte y por otra la responsabilidad del Gobierno de España de promover la vivienda entre la ciudadanía. Otro asunto son las limitaciones que ahora se proponen. Es muy peligroso hacerlas con ciertos tintes electoralistas, en plena campaña electoral… Entre otras cosas, porque hay un principio claro que es el derecho a la vivienda… ¡Necesitamos que haya más vivienda! Pero hay un principio claro en la UE que es la libre circulación de personas y bienes, y por eso no es un tema pacífico ni fácil de resolver. Siempre buscamos excepciones, y habrá que buscar las que sean necesarias para que los canarios vivan mejor”.

-Lleva 15 años como eurodiputado. ¿Es factible una excepción de estas características sobrevenida? Es decir, que se plantea ya siendo estado miembro…
“Efectivamente, cuando se alude al ejemplo de Malta fue negociado en el marco de su adhesión. Es verdad que hay excepciones justificadas por el interés general, y obviamente es de interés general que los ciudadanos canarios tengan acceso a la vivienda. Como es igual de cierto que existe ese principio de libertad de circulación. Insisto en que es un tema para tratar con tranquilidad y sosiego, y no desde el oportunismo electoral. Entre todos habrá que buscar una solución”.

-Viene de estar hoy [ayer para el lector] en La Palma, donde se ha reunido con el sector agrario. Algo habrá qué hacer para protegerlo además de rebajar las exigencias medioambientalistas…
“Sin duda. Hay que tener claro que no es incompatible la defensa del medio ambiente con el desarrollo del sector agrario, sino todo lo contrario: Es plenamente compatible. Lo primero es que los agricultores tengan más facilidades para poder desarrollar su labor, que haya menos burocracia porque es absurdo exigirles una serie de requisitos y condiciones cuando tienen que dedicarse a lo que se tienen que dedicar. En el caso de Canarias, hay una ficha financiera en el Posei [Programa de opciones específicas por la lejanía y la insularidad] de 268 millones de euros que no se ha modificado en los últimos 20 años, y que ahora se ha demostrado que, con la subida de los insumos, la energía o temas laborales, sus costes han crecido enormemente, pero no así las ayudas. Por eso una de nuestras principales, que incluso me atrevo a decir obsesiones a conseguir en la Unión Europea durante la próxima legislatura, pasa por incrementar la ficha financiera para los agricultores, porque entendemos que es un sector absolutamente estratégico. Como se ha demostrado durante momentos tan difíciles como la pandemia. En realidad, ya hemos empezado en esta legislatura que ahora termina…”.

-¿Qué pasa con la competencia de terceros países?
“Que la Unión Europea es muy exigente con sus agricultores, como lo es también con sus ganaderos y con sus pescadores, pero luego no se exige ese mismo grado de rigidez en el cumplimiento de las normas a países terceros que nos hacen competencia. Es muy difícil competir así. Por eso se habla de cláusulas espejo o de reciprocidad. No tiene sentido que en Canarias no podamos usar un pesticida para proteger los cultivos pero que se puedan traer productos de países que sí los utilizan. Como tampoco lo tiene que nosotros no podamos vender unos productos y otros que cuentan con una legislación más laxa en relación con la calidad o el respeto mediambiental sí lo puedan hacer. Porque volvemos a lo que estábamos hablando de excepciones o de reglas medioambientales, que están muy bien, pero hay que ver cómo, cuándo y dónde hay que aplicarlas. No es lo mismo aplicarlas en un territorio con la extensión de Castilla-La Mancha, por citar un ejemplo, a hacerlo en fincas pequeñas como son las de nuestras Islas”.

-No se puede hablar hoy en día del presente y del futuro inmediato de la UE sin tener en cuenta la guerra de Ucrania…
“Sin duda alguna. No solo creo que la guerra de Ucrania va a condicionar todo lo que suceda políticamente en la Unión Europea sino que en realidad ya lo lleva haciendo durante los últimos tiempos. Hemos vuelto a ver una guerra en territorio europeo, y aunque parezca lejos de Canarias también sentimos aquí sus efectos. Y volvemos a hablar de la agricultura por su enorme impacto al encarecer los piensos, lo que sumado a la sequía ha elevado mucho los costes. Gracias a los fondos de la UE, que ha permitido excepcionalmente recurrir a ellos hasta 2025, se intenta capear ese temporal por ahora. Lo primero sería desear, lógicamente, que esta guerra acabe de una vez, pero paralelamente tenemos que intentar mitigar su impacto y así lograr que nuestros agricultores vuelvan a tener negocios rentables”.

-¿Cómo valora el nuevo pacto sobre Migración?
“Es un pacto equilibrado y bueno, porque hace que los estados fronterizos no tengamos que afrontar solos las crisis migratorias. Es curioso que en este asunto confluyeran la extrema izquierda y la extrema derecha votando en contra. Por cierto, el PNV se abstuvo, parece que este tema no les importaba mucho, y ahora se presentan junto a CC…”.

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