sanidad

Tomás Cobo: “La marcha de pacientes a la privada supone que nos quedemos con una Sanidad pobre para los pobres”

El presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos aboga por la protección del sistema sanitario público, gratuito y universal como justicia social
Tomás Cobo Castro, presidente del Consejo General de Colegios de Médicos
Tomás Cobo Castro, presidente del Consejo General de Colegios de Médicos. / Sergio Méndez

El presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, Tomás Cobo, visitó recientemente Tenerife para la presentación de los nuevos sistemas de comunicación del Colegio de Médicos de Tenerife para la formación médica continuada entre sus colegiados. Continúa su labor como Especialista en Anestesiología y Reanimación en su Cantabria natal mientras dirige la organización sanitaria nacional más importante. Como abogó en el DIARIO DE AVISOS por la protección del sistema sanitario público, gratuito y universal como justicia social.

-Ha abogado por la protección del sistema sanitario público, gratuito y universal. ¿Considera que está en peligro?
“No debería estar en peligro nuestro modelo universal, público y gratuito, pero sí creo que está en peligro el sistema que es el que sostiene a ese modelo. Tenemos que trabajar todos para sostener la Sanidad que es el pilar esencial y la clave de la justicia social que, para el poco tiempo que vivimos en el mundo, ha sido uno de los grandísimos logros que hemos conseguido en Europa. Tenemos que mejorar el sistema que es el que se encarga de sostener a ese modelo, buscar medidas que generen la mayor eficiencia y que permitan su sostenibilidad”.

-¿Cuáles son los problemas más importantes del sistema sanitario español?
“Considero que hay tres grandes áreas críticas que nos afectan y que requieren atención inmediata. La primera es la desafección de nuestros profesionales debido principalmente a la estabilidad laboral, los bajos salarios y el poco tiempo que tenemos para la formación continua, que para mí provocan ese desapego de los profesionales al Sistema Nacional de Salud. En cuanto a la primera quiebra, la falta de estabilidad profesional y la elevada precariedad laboral. Es trágico que tengamos compañeros y compañeras que con 63 años todavía no hayan conseguido estabilidad profesional habiendo trabajado en el sistema los últimos 35 años, y eso se ha debido porque no se han convocado las oposiciones y no se ha administrado bien esa estabilidad. La segunda razón de esa desafección creo que está relacionada con los salarios que son bastante inferiores si los comparamos con los salarios que tienen los compañeros nuestros en el entorno europeo, y además hay desequilibrios entre las distintas Comunidades Autónomas y algunas situaciones discriminatorias entre profesionales que desarrollan el mismo trabajo dentro de un mismo Sistema Nacional de Salud, por ejemplo, el sistema de carrera, la promoción profesional y la sobrecarga laboral. Mientras que la tercera grieta que tenemos en esta parte de desafección es la falta de tiempo para realizar la formación médica continuada. En el Servicio Nacional de Salud no tenemos más de cinco días al año para formarnos en una carrera profesional que se está actualizando a cada instante”.

-¿Cuáles son los otros dos problemas del sistema?
“La segunda área crítica del sistema en la que tenemos un problema es de que hay una progresiva deriva de ciudadanos hacia los entornos de las aseguradoras privadas que. respetando su libertad de decidir, hay que decir que ese movimiento no se realiza solo por esa libre elección sino porque nuestro sistema sanitario no responde a la atención que esos ciudadanos necesitan. Esta progresiva derivación de pacientes hacia entidades privadas supone el riesgo de que nos quedemos con un Sistema Nacional de Salud pobre para los pobres. Mientras que la tercera quiebra que tiene nuestro sistema es la problemática de la Atención Primaria, que hace que el sistema actual esté en crisis. Hay que mantener el modelo porque es de justicia social, pero no es solo un problema de España, sino que afecta al entorno europeo”.

-¿Cree que los médicos están bien valorados por la sociedad?.
“En todos los estudios que se realizan la profesión médica es la más reconocida, es decir que socialmente estamos valorados. Y luego es una profesión que independientemente del reconocimiento social, tenemos el propio reconocimiento íntimo, el haber dedicado tu vida vocacionalmente a lo mejor que podemos hacer en el tiempo que vivimos, que es ayudar a los demás. Ser médico implica una responsabilidad social y un compromiso ético que va más allá de ser un simple funcionario o asalariado. Es un trabajo a tiempo completo, esté uno dentro o fuera de un hospital o centro de salud. Nuestro compromiso va mucho más allá de ser solo trabajadores”.

-¿Faltan médicos, sobre todo, en los pueblos españoles?
“Cuando hablamos de falta de médicos no hay que generalizarlo, en algunas especialidades si hay falta de médicos y en otras no. Nos tenemos que preguntar si las condiciones laborales que les ofrecemos a estos médicos para trabajar son las adecuadas, sobre todo en esos entornos de la España más despoblada. Estoy seguro que si mejoran las tres patas que he comentado anteriormente, es decir la estabilidad laboral, los salarios y el tiempo que tienen para formación médica continuada, quizás esas plazas se ocuparían. Estos médicos que faltan para cubrir esas plazas están trabajando en otros lados en los que se les ofrecen mejores garantías. Es una pena, pero si hay una especialidad en la que de manera directa impacta la falta de estabilidad esa es la Medicina Familiar y Comunitaria y con esa denominación tan bonita que se realiza, sobre todo en Atención Primaria, es imposible que puedan conocer a los miembros de las familias o la comunidad si van rotando por los centros de salud o tienen contratos de 24 horas o de una semana. Cuando se trata de abordar la salud de una familia o comunidad, eso requiere tiempo y estabilidad”.

-¿No hay vocación para Atención Primaria?¿Hay que aumentar el número de plazas ofertadas en esa formación?
“El Ministerio y las Comunidades han hecho un esfuerzo y han aumentado las plazas en las últimas convocatorias. La de este año ha sido la mayor oferta del MIR que ha habido en la historia. Lo que tenemos que tratar es que esas plazas que salen sean lo suficientemente atractivas para que los graduados en Medicina quieran escogerlas. La especialidad que más plazas han quedado sin cubrir en los últimos años ha sido la de Medicina Familiar y Comunitaria. Creo que esa falta de vocación hacia la Atención Primaria se debe en gran parte a que durante los años de carrera la formación quizás va más en la dirección de la formación hospitalaria, con lo cual es difícil que si entre los alumnos no se despierta la curiosidad y el entusiasmo por una especialidad tan bonita como es Medicina Familiar, pues cuando terminan el grado decidan elegir lo que han aprendido y lo que han estudiado. Que ha sido el entorno hospitalario”.

-¿Deberían las Universidades ofrecer más plazas?
“Se podrían aumentar las plazas en los grados de Medicina, pero también hace falta generar más plazas de Formación Especializada y para ello las Administraciones deben añadir más Unidades Docentes y recursos suficientes para garantizar que sean capaces de enseñar los conocimientos y competencias que tienen que adquirir los residentes durante la formación especializada. Y reitero que se requiere que esos jóvenes en formación especializada tengan como recompensa la estabilidad de empleo, salarios adecuados y buenas condiciones laborales”.

-¿Hay buenas relaciones con el Ministerio y las Consejerías regionales? ¿Les tienen en cuenta en las planificaciones?
“Existe una relación de comunicación directa donde nuestra influencia puede llegar y, desde luego, me consta que nuestros consejos y nuestros asesoramientos les llegan. Sin duda que nos deberían de tener más en cuenta a los profesionales. Siempre digo que el Consejo General de Médicos, el Consejo de Enfermería, el de Farmacia o el de Veterinarios…, todos somos asesores gratuitos del Ministerio y las Consejerías y deberían contar más con nosotros a la hora de determinar y desarrollar determinadas acciones”.

-¿Hay fuga de profesionales médicos a otros países?
“Creo que la fuga de profesionales españoles hacia otros países de la Unión Europea no es tan grande como se dice, de hecho cuando contrastamos las cifras francamente son pequeñas, entre 200 o 300 al año y no es significativa si la comparamos en el contexto de los 294.000 médicos que tenemos”.

-Sobre la llegada de médicos y las homologaciones de sus títulos a extracomunitarios ¿Qué opinión tiene sobre la descentralización que pide el País Vasco?¿Perjudicará la uniformidad en los requisitos exigidos?
“Bienvenidos a si nos ayudan a sostener nuestro Sistema Nacional de Salud, ahora bien, los profesionales que vengan tendrán que tener los mismos conocimientos y competencias que exigimos a nuestros médicos en España y en Europa y garanticen la seguridad clínica. Ahora bien, esos conocimientos y competencias adquiridos en un territorio extracomunitario tienen que ser evaluados y contrastados con unos criterios y procedimientos comunes, no ya en España sino en Europa. De ahí que cuando se establecen divergencias o la posibilidad de que en diferentes territorios se aplique la evaluación de esos conocimientos y competencias es muy importante que se mantengan los criterios y procedimientos europeos, porque esos son los que garantizan al ciudadano seguridad clínica”.

-La Salud Mental es uno de los problemas a abordar
“Me he reunido hace una semana con la Alta Comisionada de Salud Mental del Ministerio de Sanidad, lo que demuestra la preocupación que tiene el Gobierno de España y se ha alineado con nuestra estrategia de salud mental dentro del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo para impulsar este protocolo, que tiene más de 25 años, para todos los profesionales sanitarios. Ya hemos firmado convenios con los Consejos de Enfermería, Dentistas, Farmacia y Veterinaria para el impulso de esta herramienta para la protección de la salud mental de los diferentes profesionales sanitarios y ofrecer la mejor respuesta en promoción, prevención y cuidado de la salud. La pandemia afectó el bienestar físico y mental de los profesionales sanitarios”.

-¿Qué opinión tiene el Consejo General de Médicos sobre el Plan Nacional de Prevención y Control del Tabaquismo que todavía hay que pulir?
“Está clarísimo que el tabaco es la mayor causa evitable de mortalidad, más que los accidentes de tráfico, con lo cual desde la profesión médica siempre apostaremos por cualquier medida que se tome en la prevención de la salud, que es hacia donde tenemos que ir y que debe ser potenciada, impulsada y divulgada. En relación al tabaco estaremos absolutamente adheridos a cualquier medida que se tome el favor de promocionar la salud y prevenir enfermedades”.

-¿Qué objetivos le restan por cumplir hasta el final de su mandato en febrero de 2025?
“Todavía quedan algunos como cerrar los estatutos que ofrezcan a la organización médica colegial la modernización y la actualización para ser una organización del siglo XXI año 24. Espero que para este otoño esté terminada y que serán aprobados en la próxima asamblea. Y también implantar el Código deontológico de los colegios de España aprobado en diciembre de 2023, el más moderno de Europa y que se alinea perfectamente con el aprobado en octubre de 2023 por la Asamblea Médica Mundial. Se han introducido temas tan cruciales como la seguridad clínica, la telemedicina, la inteligencia artificial… que no se contemplaban anteriormente”.

TE PUEDE INTERESAR