Un municipio de Tenerife recibe el premio al mejor de la Macaronesia

La Cátedra de Agroturismo y Enoturismo de Canarias de la Universidad de La Laguna, que cuenta con el apoyo del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria, hizo público recientemente el fallo del jurado de sus premios Enogastroturismo, que cumplen su undécima edición. La Orotava ha sido distinguida en estos relevantes premios como el Mejor Municipio de la Macaronesia. Este premio se le otorga a esta localidad norteña en reconocimiento a que la Corporación municipal siempre ha tenido una gran sensibilidad y compromiso con el sector primario, en el que el cultivo de la viña y la elaboración de vinos ha tenido una especial significación por su histórico arraigo en el conjunto del Valle.
Desde prácticamente su fundación, La Orotava ha estado vinculada al subsector productivo del vino y a su comercialización como medio de vida. Sobre esa alargada herencia es donde se levanta el nuevo subsector del vino de la Villa, que, gracias al esfuerzo de sus viticultores, bodegueros y técnicos, ha conseguido restaurar la imagen de los vinos locales, ofreciendo una amplia variedad de caldos tintos y blancos de una excelente calidad. Esto ha hecho que otros subsectores se hayan sumado a ese auge y excelencia de los vinos locales, participando activamente con diferentes iniciativas de restauración y turismo rural, en las que los vinos de La Orotava están muy presentes.
El alcalde, Francisco Linares, resaltó ayer que la Villa reciba este prestigioso premio, que pone en valor el trabajo que se realiza desde hace muchos años en pro de los distintos sectores para favorecer la economía local, pero sin dejar de proteger el entorno y abogar por un municipio sostenible que combine el turismo y el agroturismo con las costumbres, el respeto al patrimonio y las tradiciones.
Desde el Consistorio local, se desarrollan múltiples acciones para potenciar el sector primario cuidando múltiples aspectos. Junto a los ayuntamientos del Valle, se ha impulsado la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) del cordón trenzado, único en el mundo, se cuida el paisaje y se fomentan actividades orientadas a impulsar y dar a conocer la actividad del campo en sus múltiples facetas. De este modo, la Villa ofrece un modelo distinto y alternativo que apuesta por proteger y cuidar.