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Casi 14.000 ascensores deben mejorar su seguridad en Canarias a partir del lunes

La nueva normativa, aprobada en abril por el Consejo de Ministros, obliga a incorporar, gradualmente, dispositivos tecnológicos para evitar accidentes en las cabinas
Los elevadores contarán con más elementos técnicos para garantizar la seguridad de los usuarios. | DA

La Instrucción Técnica Complementaria (ITC), nueva normativa para mejorar la seguridad de los ascensores, entrará en vigor el próximo lunes 1 de julio y afectará al 40% de los 1,1 millones de elevadores instalados en España. En el Archipiélago existen 34.515 ascensores (17.590 en la provincia de Santa Cruz de Tenerife y 16.925 en Las Palmas), según los datos de la Federación Empresarial Española de Ascensores (FEEDA), por lo que, si se aplica el 40% de media estatal, serían 13.806 las máquinas que deberán someterse a mejoras técnicas.

El impacto de la nueva normativa, aprobada el 2 de abril por el Consejo de Ministros, será mayor o menor en función de las características y la antigüedad de las instalaciones, aunque la patronal del gremio subraya que casi la mitad del parque de ascensores en España cuenta con más de 20 años de antigüedad, lo que lo convierte en uno de los más envejecidos de Europa.

La Instrucción Técnica Complementaria no contempla que todos los ascensores cumplan de forma inmediata con los requisitos a los que obliga la nueva normativa. Será un proceso gradual determinado por las inspecciones periódicas, que son obligatorias cada cuatro años, en el caso de los bloques de más de 20 viviendas, y dos años en el caso de los edificios destinados a usos industriales o lugares de pública concurrencia. Si, por ejemplo, una comunidad de propietarios ha obtenido este año la certificación favorable tras la revisión obligatoria, hasta 2028 no pasaría la siguiente inspección.

No obstante, hay que recordar que, además de las inspecciones obligatorias, que realizan compañías autorizadas en nombre de la administración, las empresas responsables del mantenimiento mantendrán sus revisiones mensuales.

La adaptación a la nueva normativa obligará a derramas en las comunidades de vecinos, cuyo coste dependerá del informe de los inspectores tras revisar el grado de cumplimiento de la nueva ITC, que busca eliminar hasta el 90% de los accidentes, como caídas al entrar o salir de la cabina por el desnivel con la planta, percances con mascotas, golpes con las puertas automáticas o atrapamientos por avería.

Para ello, con el fin de incrementar la seguridad, se incorporarán diversos estándares técnicos. Entre ellos, la instalación de sensores de puertas automáticas que detecten obstáculos desde la parte baja de la puerta a la zona superior (lo que permitirá advertir la entrada y salida de niños y mascotas), mayor precisión en la nivelación de la cabina con el piso (como máximo un centímetro de diferencia); un sistema de comunicación con la empresa encargada de las revisiones para rescates en caso de avería con personas atrapadas, y pesacargas en cabina que impidan el movimiento de la máquina en casos de sobrecarga.

Ana Zurita, directora general de Industria del Gobierno de Canarias, destacó que el nuevo marco normativo supone un “avance en seguridad” y subrayó que su entrada en servicio “no será abrupta”. “Afectará, sobre todo, a los nuevos ascensores, los que están en servicio dispondrán de un plazo de tiempo para adaptarse”, indicó Zurita a este periódico, quien valoró, entre los nuevos requisitos, los planes de mantenimiento actualizados con los que deberán contar los elevadores.

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