Si observan la imagen principal que ilustra estas páginas, captada de las cámaras ubicadas en la Audiencia Nacional, se observa cómo el máximo accionista del CD Tenerife, José Miguel Garrido Cristo (sobrino del domador de leones Ángel Cristo, a su vez exesposo de Bárbara Rey, famosa vedette que, como ella misma ha reconocido, fue antes amante del hoy rey emérito, Juan Carlos I), mantiene la vista baja.
Su actitud durante la sesión del juicio que se celebra desde el arranque de esta semana en dicho tribunal central ha sido, en todo momento, la de mostrarse cabizbajo, casi siempre mirando al suelo, seguramente en el fútil afán de quien pretende pasar inadvertido pese a estar sentado tan cerca de la popular actriz Ana Duato (la popular Merche de Cuéntame, ubicada en la fila delantera) y no muy lejos de Imanol Arias, coprotagonista en la exitosa producción para TVE.
Precisamente, y a diferencia de la citada actriz, Arias -como Garrido- ha preferido confesar sus delitos contra la Hacienda Pública a cambio de que la pena propuesta desde la Fiscalía y la Abogacía General del Estado se reduzca a un nivel que no implique necesariamente su ingreso en prisión.
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