internacional

Inquietud entre los españoles en Francia por el auge de la extrema derecha

Canarios residentes en el país galo relatan a DIARIO DE AVISOS sus temores por el auge de la extrema derecha
Inquietud entre los españoles en Francia por el auge de la extrema derecha. DA
Inquietud entre los españoles en Francia por el auge de la extrema derecha. DA

Por Adrián Galván.| Francia vive hoy uno de los procesos electorales más importantes de su historia democrática. Tras la sorprendente disolución de la Asamblea Nacional por parte de Emmanuel Macron el pasado 9 de junio, los ciudadanos franceses son llamados a votar en la primera ronda de unas elecciones legislativas marcadas, sin lugar a dudas, por el auge de la extrema derecha. La reciente victoria del Rassemblement National (RN) en las elecciones europeas, así como los sondeos publicados en las últimas semanas, ponen de manifiesto la posible llegada al gobierno del partido de Marine Le Pen y Jordan Bardella.

Aunque la “cohabitación” con Emmanuel Macron, cuya presidencia no se verá afectada por el resultado de estas elecciones, podría limitar en cierta medida su poder, la formación de extrema derecha tendría casi carta blanca para desarrollar su programa en políticas internas, caracterizado por una postura ultranacionalista en cuestiones de inmigración y derechos sociales.

Ante esta situación, son muchas las personas extranjeras residiendo en Francia que podrían verse directamente afectadas por los resultados de estas elecciones, aunque paradójicamente no tengan acceso al voto. Entre ellos, una significativa comunidad de aproximadamente 300.000 españoles viviendo en el país vecino observa con atención la actualidad política de una nación en la que, pese a estar protegidos por el derecho europeo, la sombra de la extrema derecha comienza a generar incertidumbre.

Marta Sánchez tiene 23 años y llegó a Toulouse hace un año para realizar un voluntariado. Enamorada de la ciudad y atraída por las oportunidades laborales, decidió establecerse para trabajar en el Centro Nacional de Investigación Científica. Sin embargo, en el contexto actual, sostiene que, pese a sentirse protegida por la Unión Europea, “resulta preocupante pensar que un país que te ofrece tantas oportunidades pueda dejar de ser una opción viable debido a las trabas que puedan imponerse o al cambio en la percepción hacia ti”.

La amenaza de ‘prioridad nacional’

En un país caracterizado por su diversidad cultural, el discurso de la extrema derecha francesa siempre ha estado marcado por el nacionalismo y la constante crítica hacia la inmigración. En estas elecciones, el programa del Rassemblement National destaca la “prioridad nacional” como uno de sus pilares, proponiendo eliminar las ayudas sociales para quienes no sean ciudadanos franceses.

Aunque esta medida se enfrenta a limitaciones constitucionales y del derecho europeo, podría terminar afectando a numerosos españoles que residen en Francia. Es el caso de Belén López, profesora de español instalada con su familia en un pueblo cercano de Toulouse desde hace diez años: “Mi hijo tiene una discapacidad y recibe ayudas del Gobierno. Aunque estamos protegidos por ser de la UE, siempre existe el temor de que encuentren la manera de restringir esas ayudas”, comenta con inquietud.

Por otro lado, la extrema derecha ha dejado clara su intención de limitar el acceso de extranjeros a ciertos empleos del sector público. La propuesta de privilegiar a los ciudadanos nacionales genera preocupación entre los españoles que, como Rita Rodríguez, ejercen de funcionarios en Francia y temen que sus puestos de trabajo estén en riesgo a largo plazo. “Van a vigilar de cerca los nuevos ingresos y podrían llegar a restringir el acceso a funcionarios solo para franceses”, indica la tinerfeña de 33 años, residente en Bourgogne desde 2014.

Una de sus compañeras es originaria de Bolivia y, debido al temor de ser afectada por las políticas de extrema derecha, lleva un año completando los trámites para obtener la nacionalidad francesa. Por su parte, Rita asegura que nunca ha solicitado la nacionalidad porque se siente española y siempre ha querido conservar su identidad nacional. Sin embargo, añade: “Aunque hasta hoy no he sentido la necesidad, quién sabe qué pasará en el futuro…”.

Reformas en educación y ciencia

En la presentación de su programa político, Jordan Bardella afirmó la necesidad de fortalecer la disciplina y aplicar una política más estricta en el ámbito educativo, proponiendo un “big bang de autoridad” en caso de llegar al gobierno. En el entorno escolar, Belén López dice ver a los profesores muy preocupados ante esta posible deriva en la enseñanza. “Este año, hemos enfrentado muchos problemas de violencia entre los estudiantes. La respuesta de la extrema derecha es endurecer la disciplina y las sanciones. Sin embargo, no basta con la disciplina; también es fundamental la empatía y comprender la situación de los estudiantes. Educar en el respeto, no en el miedo”, explica Belén.

Por otro lado, Rita Rodríguez, también profesora de español, está preocupada por las posibles repercusiones del ascenso de la extrema derecha en aulas caracterizadas por la diversidad cultural: “Podría crearse un ambiente complicado para los alumnos de diversas nacionalidades y procedencias”. Además, teme que la libertad pedagógica se vea comprometida tras los resultados de las elecciones.

Al igual que ella, Belén señala con frustración que cuestiones como el feminismo o la educación sexual pueden desaparecer del aula. Además, explica que su esposo, quien trabaja en el campo de la ciencia y también es español, puede verse afectado por el resultado de estas elecciones: “Mi marido tiene miedo de que el presupuesto para la investigación científica se reduzca drásticamente y que se pierdan oportunidades de empleo”.

Una sociedad fragmentada

Javier Martín, un joven de 24 años que vive en Francia desde hace un año, comenta sorprendido que, “el otro día, en el autobús, hubo una disputa entre una señora francesa y un joven de origen marroquí. La mujer le contestó diciendo que las elecciones se acercaban y resolverían este problema…”.

Como él, muchos coinciden en que en estas últimas semanas se respira un ambiente particular. “Siento que hay una disensión de la sociedad bastante fuerte”, afirma la profesora Belén López. Y es que las elecciones están teniendo repercusiones profundas en la ciudadanía francesa. La política, tradicionalmente una cuestión tabú en muchas familias y grupos de amigos, ha pasado a ser el centro de la mayoría de conversaciones. Según Rita Rodríguez, las posturas de ambos lados son cada vez más evidentes: “En estas últimas semanas, todo gira en torno a la política. Personas que antes no hablaban de esto ahora expresan claramente a quién van a votar. Tanto aquellos que temen el ascenso de la extrema derecha como los simpatizantes de dicha corriente que ya no ocultan sus posiciones”, sostiene.

La posibilidad de que la extrema derecha llegue al gobierno sigue siendo hipotética. Además, en caso de ganar estas elecciones, tanto la actual Constitución francesa como el derecho europeo impondrían ciertos límites a las ambiciones del Rassemblement National. A pesar de ello, la visión ultranacionalista promovida durante años por Le Pen y Bardella está empezando a arraigar en una sociedad donde los discursos de odio hacia los extranjeros han sido cada vez más legitimados. “El problema no son tanto las leyes… Lo que más me preocupa no son las medidas que puedan tomar, sino cómo todo esto podría afectar a la mentalidad de la gente hacia los extranjeros”, indica Marta Sánchez con preocupación.

TE PUEDE INTERESAR