El padre de Jay Slater, el joven británico desaparecido en Tenerife, ha descrito el infierno que está viviendo su familia después de una semana desde que su hijo desapareciera. “Solo quiero que lo encuentren. Solo quiero que mi hijo regrese”.
En declaraciones a The Sun, Warren Slate, de 55 años, ha hablado de su desesperación en su intento de traer a su hijo de vuelta a casa. “Es un infierno en vida. Amenos que estés pasando por eso, no puedes explicarlo”.
“Ya ha pasado una semana, una semana sin nada. Alguien en algún lugar debe haber descubierto algo, alguien debe saber algo. Por favor, si alguien sabe algo, ayúdenos”, ha rogado.
Por su parte, la madre Debbie Duncan ha cargado contra las teorías conspiranoicas que circulan por internet. La reacción llega tras los comentarios que ha recibido una campaña de GoFundMe creada por su amiga Lucy Law y que ha llevado a algunos a cuestionar a qué se destinará el dinero recaudado.
“Estoy realmente triste. Espero no tener que llevar a mi hijo a casa en una bolsa para cadáveres. No puedo creer que el público británico no me esté apoyando en mi intento de encontrar a Jay”, ha declarado al tiempo que ha suplicado que dejen que la policía se encargue de la situación.
Novedades en la búsqueda
El dispositivo de búsqueda se ha extendido este lunes a otras zonas de Buenavista del Norte, más allá del barranco de Masca, donde fue geolocalizado por última vez antes de quedarse sin batería en el móvil.
Así lo han asegurado a EFE fuentes de la Guardia Civil, que dirige el operativo, y añaden que “continúan todas las líneas de investigación abiertas”.
Varios medios británicos se han hecho eco de un “posible avistamiento” del chico en Santiago del Teide y han divulgado una imagen borrosa captada por una webcam en la que se ve la silueta de una persona aparentemente joven andando varias horas después de que se le perdiera el rastro.
El pasado miércoles, el operativo de búsqueda se trasladó durante varias horas a la zona de Los Cristianos, donde el joven se alojaba con dos amigos, a raíz de una pista que resultó ser falsa.
Desde entonces, los trabajos de rastreo, en los que participan un helicóptero y drones, además de equipos especializados en rescate de montaña y unidades caninas, se han centrado en el barranco de Masca.
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