santa cruz de tenerife

Plaza de Toros de Santa Cruz de Tenerife: de sede del Carnaval a pista de patinaje pasando por conciertos míticos

Ahora en estado de total abandono, el recinto albergó algunas de las citas que se mantienen inalterables en el recuerdo de chicharreros y chicharreras
Archivo Cerveza Dorada

De ella solo quedan ruinas de lo que fue, pero fue construida en solo un año.Inaugurada en 1893, la Plaza de Toros de Santa Cruz de Tenerife, entonces en el extrarradio de la ciudad, fue levantada gracias a una iniciativa privada. El empresario lagunero Nicolás Darmani había montado varias corridas de toros en un coso improvisado y, viendo el éxito que tuvo, la sociedad La Tinerfeña invirtió 105.558,07 pesetas para crear un recinto con capacidad para casi 7.000 personas.

Incluso antes de que las corridas de toros fueran prohibidas en Canarias, la plaza ya fue utilizada, a lo largo de su historia, para actividades muy diversas.

La Plaza de Toros de Santa Cruz de Tenerife

El 30 de abril de 1893, como parte del programa de las Fiestas de Mayo, los toreros Luis Mazzantini y Antonio Moreno Lagartijillo inauguraron el recinto para el fin que había sido concebido. Según recoge José Manuel Ledesma, cronista oficial de Santa Cruz de Tenerife, Mazzantini, figura de la época, cobró 50.000 pesetas.

El último espectáculo taurino celebrado en esta plaza fue el 6 de enero 1984, aunque la actividad, a partir de los años 70, había decaído de manera notable, fundamentalmente por el escaso seguimiento del público tinerfeño y la poca rentabilidad que suponía para los empresarios del sector.

En abril de 1991, el Parlamento de Canarias aprobó una ley de protección de los animales, que de forma implícita prohibía las corridas de toros en la comunidad, permitiendo, eso sí, las peleas de gallos.

Sede del Carnaval

Situar los característicos toldos, ahora completamente destruidos, en 1985, resultó fundamental para que, solo un año después, la Plaza de Toros de Santa Cruz de Tenerife albergara concursos del Carnaval chicharrero.

José Tamayo lideró un equipo que logró realizar, por ejemplo, la Gala de la Reina, el concurso de murgas o el de rondallas. Se instaló una tramoya teatral suspendida a 22 metros de altura, con un sistema de 256 cables de acero. Gil Parrondo, ganador de dos Óscars, también participó en aquella primera gala de 1986.

El jurado de ese año contó con personajes tan conocidos como Caco Senante, Iñaki Gabilondo, Carlos Ferrando o Jesús Mariñas. Los presentadores de la Gala, dos profesionales de primera línea también: Teresa Alfonso y César Trujillo.

Antes ya se habían celebrado varios actos, tanto en la década de los 70 y los 80, pero se considera aquel 1996 como la fecha clave para el idilio Carnaval-Plaza de Toros. La Plaza de España tomaría el relevo como lugar para llevar a cabo la Gala de Elección de la Reina, antes de pasar al recinto ferial.

Conciertos míticos

Celia Cruz y la Sonora Matancera reventaron la Plaza de Toros de Santa Cruz de Tenerife el 26 de junio de 1988. El lugar vio desfilar a artistas como Óscar D’León (noviembre de 1986) Jimmy Cliff, Jerry Lee Lewis, Joe Cocker y Ziggi Marley, todos ellos con el patrocinio de Dorada, clave para este tipo de eventos en la época.

Curiosamente, fue en estos conciertos en los que, por primera vez en la Isla, se llegó a las 2.000 pesetas como precio de la entrada.

Archivo Cerveza Dorada

Terrero de lucha canaria

Al CL Santa Cruz lo iban a ver tantas personas a la plaza de toros que, además de las gradas, llegaron a usarse miles de sillas para poder atender a toda la demanda de público.

También en los años 80 la arena de la Plaza de Toros de Santa Cruz de Tenerife fue usada como escenario para algunas de las luchadas más importantes de la época, una nueva actividad que se acabaría abandonando.

Combates de boxeo

Kid Levy contra Cloroformo Cabrera o Julián Hernández contra Joe Lawani. En los años 70, ya con las corridas de toros casi en desuso, el lugar fue utilizado para realizar veladas de boxeo.

Con la fiebre de este deporte en las Islas, lo cierto es que aquello sirvió para que muchos púgiles de la tierra tuvieran la oportunidad de darse a conocer frente a otros llegados desde el resto del Estado.

Como curiosidad, las veladas solían ser siempre tarde, arrancando a partir de las 22.30 horas. Algunas, incluso, a las 23.00.

Ocio y hostelería

Las terrazas de verano aterrizaron en Santa Cruz de Tenerife en los años 80 y la Plaza de Toros también tuvo la suya propia. El recinto, además, contempló cómo en sus bajos exteriores se instalaban diversos locales de hostelería con más o menos éxito.

Pista de patinaje

Ya en los años 90 la Plaza de Toros de Santa Cruz de Tenerife también sirvió como pista de patinaje. La llegada de los patines en línea supuso un boom, por lo que una iniciativa, por un precio módico, dio la opción de poder patinar en el recinto.

En las mejores épocas se congregaron, a la vez, cientos de personas, pero, tras un par de años, también se acabó con esta actividad.

TE PUEDE INTERESAR