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Sindicato de Inquilinas de Tenerife: “No tenemos miedo, pero estamos preocupados e intranquilos”

DIARIO DE AVISOS reconstruye los hechos ocurridos en el incendio de la sede del Sindicato de Inquilinas en San Isidro; la Guardia Civil investiga y revisa las cámaras de la zona
El local del Sindicato de Inquilinas acordonado tras el incendio. | Rodrigo Padilla

El pasado domingo, 23 de junio, entre las 3 y las 4 de la mañana, la sede del Sindicato de Inquilinas en San Isidro sufrió un incendio en el interior de sus instalaciones que supuso “el destrozo total del local”, según el comunicado público de la asociación. DIARIO DE AVISOS ha reconstruido los hechos ocurridos con el fuego en la sede del Sindicato de Inquilinas en San Isidro y ha hablado con fuentes cercanas al caso.

El Sindicato de Inquilinos e Inquilinas es una organización catalana que, según su sitio web oficial, “está organizada para defender nuestro derecho a seguir viviendo en nuestros hogares”. Esta agrupación organiza y defiende los derechos de los inquilinos.

La entidad también ofrece ayuda a los más necesitados, aportando enseres, comida y demás elementos básicos. Su extensión llega a toda la Península y, además, posee sedes en Gran Canaria y Tenerife. La tinerfeña, en San Isidro, se creó hace tres años “como consecuencia de los problemas de la vivienda” en las zonas turísticas de la Isla y con el objetivo de “defender el derecho a una casa digna”.

La segunda vicepresidenta del Gobierno español y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz Pérez, se solidarizó con el sindicato mediante un mensaje en la red social X, en el que apuntaba a “quienes parece que odian a los que ayudan” y añadió: “Espero que se esclarezca lo sucedido”. Este hecho pone de manifiesto la trascendencia que ha tenido el suceso, ocupando incluso espacio en muchos medios y plataformas digitales.

Por su parte, el pleno del Ayuntamiento de Granadilla de Abona condenó ayer de forma rotunda y unánime el incendio acaecido en la madrugada del sábado. “La alcaldesa, Jennifer Miranda, manifestó el rechazo “total” ante este suceso, aún más si cabe por la labor que desempeña este colectivo desde hace años en favor de las familias de mayor vulnerabilidad en el municipio y en el Sur”, rezaba el comunicado oficial del consistorio en su página web.

¿Qué pasó?

El suceso se saldó con que el interior del local fue calcinado por completo. El incendio, a falta de la pesquisa policial, presenta indicios de haber sido intencionado, ya que el local “no disponía de electricidad” ni de nada que pudiera provocar las llamas y la puerta de acceso “estaba forzada”, como afirman desde la asociación.

Uno de los portavoces del sindicato, conocido como Brani, explica que “unos individuos rompieron la puerta y pegaron fuego al local rociando gasolina” y, luego, “se dieron a la fuga”. Al hacer las veces de almacén donde se guardaba ropa, libros o juguetes para después donarlos a familias que lo necesitaban, también supuso la pérdida de dichos materiales. Muchas vecinas venían a buscar cosas cuando les hacía falta.

La Guardia Civil ya ha abierto una investigación. Según fuentes policiales a las que ha tenido acceso este periódico, las cámaras de la zona serán determinantes para esclarecer los hechos ocurridos durante la madrugada. Se sigue la pista de un Volkswagen Golf próximo al local instantes antes del suceso.

El sindicato, aunque no tenga pruebas, apunta directamente a “una empresa de desocupación que es el único enemigo del sindicato”. El portavoz afirma que, incluso, “se han fotografiado y sacado vídeos aquí en la puerta del local lanzando amenazas muy graves hacia el sindicato”. Aluden a un integrante que, el día antes al incendio del local, se grabó un video y fue publicado en las redes sociales. En esta grabación, habla en un tono airado, dirigiéndose al propio portavoz entrevistado y sentenciando: “Y esta mierdita que tienes pintada aquí, le hace falta pintura y se la voy a dar”.

NO ES LA PRIMERA VEZ

El sindicato afirma que han sufrido, en numerosas ocasiones, actos de violencia, supuestamente de esta empresa, como “tirar piedras, romper cristales de las casas o rajar las ruedas de los coches”. Aseguran que “no es la primera vez que hemos sufrido amenazas verbales, empujones o amedrentamiento”.

Resaltan que “se sienten desamparados” y, “aunque no tenemos miedo, estamos preocupados e intranquilos”. “Este tipo de ataques, que los calificamos como delitos de odio de índole nazi, si no reciben un castigo ejemplar harán que estas personas se sientan impunes y campen a sus anchas”, sostienen.

En su opinión, “es momento de dar una respuesta popular”, ya que actos como estos algún día pueden suponer una “desgracia. Por ejemplo, el sábado pasado yo dormí ahí. Si hubiera pernoctado alguien en el momento del incendio… a saber qué hubiese pasado”, advierte el portavoz del sindicato atacado.

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