Los cientos de corazones que dan color al pequeño pueblo costero de Bocacangrejo, ubicado entre Radazul y Acorán, laten al unísono para reclamar el reconocimiento de este pintoresco lugar como núcleo poblacional urbano consolidado, un objetivo que permitirá garantizar la protección y el desarrollo sostenible de este paraje tinerfeño.
En Bocacangrejo viven unas 400 personas, población que en los meses de verano se incrementa y a la que se une el constante peregrinaje de turistas que acuden a conocer este pueblo de moda, convertido en viral gracias a los populares corazones con los que Rafa, uno de sus vecinos, decidió adornar las blancas paredes y paseos que bordean la playa.
Es un lugar único, un rincón que vive abrazado al mar en el que sus estrechas calles y escaleras lo infunden de tipismo, pero también de peligrosidad, pues las deficiencias en servicios como asfaltado, barandillas de seguridad e incluso contenedores son palpables para quienes allí residen y, en especial, para quienes lo visitan.
Por ello, en defensa de la identidad de esta zona y en pro de fomentar el progreso económico, social, cultural y medioambiental de las comunidades costeras, ha nacido la Asociación Movimiento Bocacangrejo por los Pueblos de Costa (Moboca), entidad vecinal que centra su lucha en lograr el reconocimiento de este pueblo como núcleo urbano consolidado para poder beneficiarse de inversiones y mejoras en infraestructuras, servicios públicos y proyectos de desarrollo sostenible, garantizando una mayor protección legal del área contra desarrollos no planificados.
Luis Blanco y Sandra González, presidente y secretaria de Moboca, respectivamente, explican a DIARIO DE AVISOS que “estamos en tierra de nadie, porque aunque Bocacangrejo pertenece al municipio de El Rosario, con quien existe predisposición en ayudarnos, por el contrario, desde la Dirección General de Costas y el propio Cabildo no se nos da respuesta a las necesidades básicas del pueblo por no estar reconocido. Un lugar transformado hoy en destino en auge que, a pesar de ser un orgullo, también ha llevado a una sobrecarga en los servicios y recursos locales”, subrayan.
Moboca reclama la “necesidad urgente” de mejorar infraestructuras y servicios para gestionar adecuadamente este crecimiento y asegurar el bienestar de habitantes y visitantes, pues “pagamos impuestos como todos, pero a la hora de pedir atención a situaciones básicas no se nos atiende, porque no estamos reconocidos”, aseguran los representantes de dicha Asociación. Una situación que, por comparativa con parajes costeros, consideran “injusta”, pues otros pueblos reciben atención y mejoras, “mientras que Bocacangrejo, siendo uno de los más visitados de la Isla, carece de servicios adecuados”. Necesidades que pasan por mejoras en la seguridad de las vías; el arreglo y el mantenimiento de la carretera, paseos y senderos; implementación de servicios de guaguas los fines de semana, de la que actualmente se carece; creación de alternativas de estacionamiento; reparación de escaleras de acceso al mar y reconocimiento como zona de baño, accediendo así a más servicios; sustitución de luminarias por puntos fotovoltaicos a favor de la sostenibilidad; mejoras de agua potable, o más contenedores y efectivos de limpieza para evitar la proliferación de ratas y cucarachas, entre otras.
Servicios
Un listado de peticiones que, aunque desde el Ayuntamiento de El Rosario se atiende en lo más urgente y lo que permite la ley, pero que para Moboca es insuficiente, por lo que ha iniciado una campaña de captación de fondos entre los vecinos mediante la cual han podido contratar al abogado José Luis Langa, representante de la Plataforma Canaria de Afectados por la Ley de Costas, cuyo respaldo legal “es fundamental para avanzar en el reconocimiento y la defensa de los derechos de la comunidad de Bocacangrejo”, aseguran desde la asociación.
Asimismo, Moboca, que cuenta con sus propios estatutos sociales para dar más respaldo a su batalla por lograr la identidad de los pueblos marítimos de Tenerife afectados por el deslinde de costas, invita a otras localidades costeras a sumarse a este movimiento, con la finalidad de crear una plataforma conjunta de espacios colaborativos con los que dar impulso a actividades y proyectos innovadores, culturales, históricos y artísticos.
Una defensa que, centrada en acciones de protección del medio ambiente y del voluntariado, permita la participación ciudadana para conseguir la mejora de estos núcleos aún no consolidados que, como en el caso de Bocacangrejo, reclama su supervivencia para ser referente sostenible de Canarias y del mundo.
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