Qué son las “cartas del miedo” de Hacienda y por qué las empieza a enviar este lunes

Este lunes, 1 de julio de 2024, es el último día para presentar la declaración de la Renta, una fecha en la que muchos contribuyentes aprovechan para enviar el borrador de IRPF. Sin embargo, esperar hasta el último momento puede ser arriesgado, ya que a partir de esta fecha Hacienda comenzará a enviar las temidas “cartas del miedo”, que no solo son para quienes no presenten la declaración a tiempo.

De acuerdo con los expertos de TaxDown, en información recogida por El Economista, Hacienda empezará a enviar estas cartas que incluyen las sanciones tanto por no presentar la declaración como por cometer errores: “Una de las sanciones más recurrentes es aquella por no presentar el IRPF a tiempo, en el que se abren varios escenarios”.

Si la declaración de la renta resulta a pagar y no hemos recibido un requerimiento de Hacienda, la multa dependerá del tiempo que se tarde en presentar. Si se envía en julio, se aplicará un interés del 1% más otro 1% por cada mes completo.

En caso de recibir un requerimiento de Hacienda, las conocidas como “cartas del miedo”, la penalización será entre el 50% y el 150% del total de la deuda, un cobro que puede aumentar si Hacienda considera que ha sufrido un perjuicio económico o si esto ya ha ocurrido en otras ocasiones. Nos darán un plazo para presentar nuestra declaración antes de iniciar un procedimiento sancionador.

Hay personas que tienen un resultado a devolver o a 0 euros y no presentan la declaración, ya sea por desconocimiento o por descuido. TaxDown recuerda que esta práctica también acarrea una sanción, que podría llegar a los 100 euros si Hacienda no nos requiere y hasta los 200 euros si recibimos una carta de la Agencia Tributaria.

Otro escenario en el que podemos recibir una de estas “cartas del miedo” es si hemos presentado nuestra declaración a tiempo pero no hemos pagado la deuda correspondiente, ya sea por haber puesto mal el IBAN o por falta de fondos en el banco.

En caso de pagar voluntariamente una vez nos hayamos dado cuenta, tendremos un recargo del 5% sobre la cantidad dejada de pagar. Si, por el contrario, recibimos la “carta del miedo” para avisarnos, el recargo puede ser desde el 10% hasta el 20%.