En un 52% de los discursos en redes sociales sobre menores migrantes solos, se utiliza un lenguaje agresivo explícito contra ellos y en el 45,5% del discurso del que son objeto se les vincula directamente con la inseguridad ciudadana.
Esta es una de las conclusiones del informe anual de monitorización del discurso de odio en redes sociales del año 2023, elaborado por el Observatorio Español del Racismo y la Seguridad (Oberaxe) y aprobado ayer en Consejo de Ministros.
“Estos datos resultan especialmente alarmantes por sumarse al agravio que ya de por sí supone un discurso racista y de odio contra la población migrante”, advirtió ayer la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, que presentó el análisis en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
La publicación del discurso de odio del Oberaxe consiste en la búsqueda diaria, en la recopilación, en el análisis y la notificación de contenidos de discursos de odio que tengan una motivación racista, xenófoba, islamófoba, antisemita, antigitana y que hayan sido publicados en plataformas como Facebook, Instagram, TikTok, YouTube o X.
Los datos obtenidos muestran que las cinco plataformas monitorizadas retiraron menos de la mitad del contenido que se les notificó en 2023, un 49,4% de los contenidos reportados que podían ser constitutivos de delito, de infracción administrativa o que violaban sus propias normas de conducta en Internet.
“Los reportes del potencial discurso de odio que hace la ciudadanía como usuarios normales tienen pocas posibilidades de ser retirados”, ha asegurado la ministra, que ha reclamado una colaboración “aún más extensa” con las plataformas para “actuar de forma implacable” contra los discursos de odio.
En cuanto a las categorías diana, Saiz detalló que las personas originarias del norte de África, seguido de la islamofobia, son los dos colectivos a los que más contenido de odio se dirige, con un total del 33,7% y 26,2%, respectivamente.
La ministra explicó que esto afecta principalmente a la población de origen marroquí, que es la segunda nacionalidad extranjera más numerosa en España, con 787.317 personas residiendo en el país.
En el 37% de los contenidos monitorizados y reportados, se deshumaniza o degrada gravemente a las personas a las que va dirigido y en un 21,6% se incita a la expulsión del colectivo migrante.
“La inseguridad ciudadana constituye el desencadenante más frecuente del discurso de odio observado en un 39,5% de los casos y generalmente se vincula de manera injustificada a grupos diana”, lamenta Saiz.
El informe señala que la expresión del discurso de odio que más se asocia al episodio prototípico de inseguridad ciudadana es el agresivo explícito, en un 43,3% de los casos. “Esta estigmatización, tal y como recoge el análisis, lo que genera es un ambiente hostil y un resentimiento hacia determinados grupos de la población que puede arrastrarnos a una mayor fragmentación y al conflicto social”, alertó.
Los principales hallazgos de la monitorización muestran que se produce de “manera impune” un discurso de odio que persigue generar temor a la ciudadanía y normalizar la idea de que hay personas y grupos de población que “son peligrosos y sin valor como seres humanos”.
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