La fuente escultórica genovesa que preside la emblemática plaza Weyler ha cumplido 125 años de historia y lo hace renovada, por dentro y por fuera. El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife comenzó en julio de 2023 los trabajos de conservación y recuperación de este conjunto artístico de la capital, trabajos que en principio tenían un plazo de ejecución de cinco meses pero, por diversos motivos, impidieron su reinauguración hasta ayer.
Tanto la fuente escultórica como los cuatro macetones que se encuentran a su alrededor, declarada Bien de Interés Cultural al estar incluida en la delimitación del Conjunto Histórico de Barrio de Los Hoteles-Pino de Oro, han vuelto a lucir en todo su esplendor tras el proyecto de rehabilitación dirigido por la Fundación General de la Universidad de La Laguna, el cual ha contado con una inversión de 55.500 euros, y que ha incluido la instalación de fontanería, electricidad y mejora de la estanqueidad del vaso de mármol, de estilo neoclásico, que data de 1899.
El alcalde, José Manuel Bermúdez, valoró “el esfuerzo y trabajo realizado por parte del equipo compuesto por conservadores, restauradores, arquitectos, químicos, geólogos y biólogos”, a un monumento que “era necesario rehabilitar para ponerlo en valor porque es, quizás, la fuente más importante que tenemos en la ciudad y su mejora ayuda a mantener nuestro patrimonio histórico y cultural”, comentó.
Por su parte, el concejal de Servicios Públicos, Carlos Tarife, explicó que “además de los trabajos de conservación se han pintado los soportes de alumbrado público y se han sustituido las 16 luminarias existentes por otras con tecnología LED, consiguiendo un ahorro energético del 60%. Además se han mejorado las zonas verdes de la plaza y la sustitución de la flor de temporada por un total de 5.000 euros”, indicó el edil.
Mientras, Antonio J. Sánchez Fernández., conservador-restaurador que, junto con el arquitecto José Yeray Santos Santana, Imesapi y Cúrcuma, ejecutó los trabajos, aseguró “que se han resuelto los principales daños que presentaba la fuente, relacionados con su propia función y uso, y con los factores ambientales que la rodean. Se ha hecho una limpieza química, se han resuelto las filtraciones, grietas y fracturas de reposiciones anteriores, se ha impermeabilizado el vaso, se ha aplicado material hidrofugante para repeler el agua, y se ha renovado la instalación de filtros e instalaciones”, comentó.
La historia de la fuente se remonta al año 1891, cuando la corporación solicitó a la empresa de Francisco Franchini, en Genova (Italia), diferentes modelos con el fin de ver la que reunía mejores condiciones para la distinguida plaza que la albergaría. Como el costo de tan lujosa fuente (11.380 liras) rebasaba las posibilidades económicas del Ayuntamiento, se recurrió a las aportaciones vecinales, como bailes y tómbolas para financiarla.
La instalación de la fuente comenzaría en 1899, un conjunto arquitectónico, realizado por Achille Canessa con mármol de Carrara, formado por dos cuerpos: el pilar central, y la pila o taza, decorado en sus tres niveles con minuciosos motivos florales y marinos.
La plaza Weyler fue inaugurada el 6 de mayo de 1883.