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Los premios Max convierten a Tenerife en capital del teatro español por un día

Núria Espert recibe el Max de Honor y 'Falsestuff. La muerte de las musas' obtiene el galardón al Mejor Espectáculo Teatral, en una gala nacional celebrada por primera vez en la Isla
Núria Espert Espert recibió el Premio Max de Honor en reconocimiento a su amplia y prolífica trayectoria sobre las tablas. / Sergio Méndez

“He pasado unas horas maravillosas con vosotros que me han dejado con la boca abierta, con tantos hallazgos, belleza y sinceridad. ¡Qué regalo!”. Así se pronunciaba anoche la actriz Núria Espert (Barcelona, 1935), una de las grandes protagonistas de la ceremonia de entrega de los XXVII Premios Max de las Artes Escénicas. Por primera vez la Isla, el Auditorio de Tenerife, albergaba los galardones nacionales que premian el arte que se desarrolla sobre un escenario.

Espert recogió emocionada el Max de Honor, un galardón del que se sintió especialmente satisfecha porque “lo otorgan los compañeros”. A sus 89 años, la intérprete y directora sigue dedicándose con “entrega absoluta” al teatro, como subrayó Miguel del Arco, antes de acompañarla al escenario. “Es una entusiasta del trabajo de sus compañeros, una mujer generosa”, apostilló el director, dramaturgo y cineasta madrileño.

“Os adoro, gracias”, concluyó su intervención Espert, quien al subir a la caja escénica provocó un cálido y largo aplauso del público asistente. “Esta noche me he sentido portadora de estas palabras”, subrayó en alusión al discurso de Miguel del Arco, que la dirigió en La violación de Lucrecia. “Desde entonces, le guardo en mi corazón”, aseveró la intérprete.

Autoridades y representantes de la SGAE posan junto a Núria Espert. / Sergio Méndez

EL ESPECTÁCULO

La gala, con el lema La escena, travesías de ilusión, estuvo dirigida por el dramaturgo tinerfeño José Padilla; rindió homenaje al autor canariocatalán Ángel Guimerá (Santa Cruz de Tenerife, 1845-Barcelona, 1924), por el centenario de su fallecimiento; entregó el Max Aficionado a LaTrup Asociación Teatral Universitaria Troysteatro, de La Laguna, y, de muchas otras maneras y sentidos, como uno de los premios para el bailarín y coreógrafo tinerfeño Daniel Abreu (junto a la cordobesa Olga Pericet), tuvo un marcado acento canario.

José Padilla, en el centro de la imagen, junto a parte del equipo artístico. / Sergio Méndez

El de Núria Espert y el de Troysteatro fueron dos de los tres Max especiales que se conocieron con antelación. El tercero fue para Señora de rojo sobre fondo gris, de Pentación Espectáculos y Sabre Producciones, el monólogo basado en la novela de Miguel Delibes que interpreta José Sacristán, otra absoluta referencia de los escenarios y las pantallas.

José David Santos y Antonio Fumero, de Troysteatro, premio Max Aficionado. / Sergio Méndez

‘LA MUERTE DE LAS MUSAS’

El espectáculo Falsestuff. La muerte de las musas, una creación del Centro Dramático Nacional (Inaem), se alzó con el Max al mejor espectáculo de teatro en una ceremonia de entrega que estuvo muy repartida. Falsestuff hizo doblete al lograr también el premio al mejor diseño de espacio escénico, galardón que recayó en Adriá Pinar. Mientras que la obra Forever, de la compañía vasca Kulunka, que partía con cuatro nominaciones, fue galardonada finalmente con dos Max: mejor dirección de escena y mejor autoría teatral.

Imagen de una de las puestas en escena de la gala. / Sergio Méndez

Eduard Fernández se llevó el premio al mejor actor por Todas las canciones de amor, dedicando el galardón a su madre, quien sufrió alzhéimer, y Natalia Huarte logró el Max a mejor actriz por Psicosis 4.48. Huarte puso de relieve la importancia de esta obra sobre la depresión, al ser capaz de “dar luz a lo oscuro”.

Eduard Fernández, mejor actor por su trabajo en ‘Todas las canciones de amor’. / Sergio Méndez

DANIEL ABREU

Christine Cloux recogió el Max a la mejor intérprete de danza por Corps seul y Àngel Durán se llevó el masculino por Cowards. La distinción a la mejor coreografía fue para Olga Pericet y el matancero Daniel Abreu, por La materia. El mejor espectáculo de danza fue Mont Ventoux, de la compañía Korsia.

Olga Pericet y Daniel Abreu recibieron el Max a la mejor coreografía por ‘La materia’. / Sergio Méndez

En el palmarés también figuraron Ladies Football Club, de Barco Pirata (mejor espectáculo musical o lírico); Ciutat dormitorio, de Contenidos Superfluos (espectáculo de calle); Estación Paraíso, de La Maquiné (espectáculo infantil, juvenil o familiar); Electra, de Pílades Teatro (espectáculo revelación); Jorge Usón Colomer, por La tuerta (autoría revelación); Fernanda Orazi, por Electra (adaptación o versión de obra teatral o coreográfica), Raquel García Tomás, por Alexina B (composición musical para espectáculo escénico); Teatro Clásico de Sevilla, por El público (labor de producción), Silvia Delagneau, por Alexina B (diseño de vestuario), y Felipe Ramos y Sharon Fridman, por Europa (diseño de iluminación).

Blanca Paloma y st. Pedro, durante la actuación musical. / Sergio Méndez

Entre otras personalidades, la gala organizada por la SGAE contó con la presencia del ministro de Cultura, Ernest Urtasun; el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo; su homóloga en el Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, y el alcalde capitalino, José Manuel Bermúdez. Dos decenas de personalidades de las artes escénicas, como Pedro Guerra, Chanel, Toni Acosta y Antonio Tabares, entregaron los premios.

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