Maduro se ha vuelto loco

Que nadie dude de que Maduro ordenará disparar contra la multitud, si ésta supera los cordones policiales en las ciudades venezolanas. Se ha vuelto loco. Incluso desde Petare y desde los cerros, la gente humilde se ha rebelado contra él. Yo lo escuché anoche en un discurso y ha perdido toda la perspectiva, no duda en mentir alevosamente para alborotar a los suyos. Ayer, dijo que Edmundo González Urrutia había participado en el compló que terminó con el asesinato de seis jesuitas españoles y su ama de llaves y la hija de ésta en 1989, en El Salvador. Dijo también que la oposición había querido desenterrar el cadáver de Chávez, en el Cuartel de la Montaña, “para humillarlo”. Hoy ha encargado a dos juezas que emitan una orden de detención contra María Corina Machado. Si la detienen, habrá un baño de sangre. En el discurso, reconoció que había detenido a 1.000 personas por derribar estatuas de Chávez y del indio Coromoto. Y cuando quiso demonizar a la oposición dijo que eran “diablos y diablas” quienes estaban contra él. Era el colmo del lenguaje inclusivo, llevarlo a los infiernos. Me imagino a Dante hablando de diablas, parece una historieta el lenguaje de Maduro, quizá por eso no superó los estudios primarios y se quedó en bajista de un grupo de rock. Le tiene tal apego al poder que ha perdido la razón. Ayer, su esposa, Cilia Flores, le iba dictando el guion del discurso. Venezuela no está en buenas manos, está en manos de unos locos iluminados, que han contagiado a las Fuerzas Armadas y hasta a personajes como Zapatero, que por supuesto han desaparecido cuando han comenzado las revueltas. Estados Unidos no se entera de nada. Es de risa, los informativos sólo hablan de Trump y de Kamala Harris, mientras en Venezuela ha comenzado una guerra civil. Menudo guardián de Occidente.