El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha anunciado que el Gobierno planea soportar la tasa de alcoholemia permitida, bajando el límite de alcohol en sangre de 0,5 a 0,2 gramos por litro, con el fin de reducir la siniestralidad del vial.
Marlaska explicó que la Dirección General de Tráfico (DGT) propone esta modificación, que también afectará al aire espirado, donde el límite pasaría de 0,25 a 0,10 miligramos por litro.
Actualmente, la normativa permite que los conductores generales circulen con un máximo de 0,5 g/l en sangre, mientras que los conductores noveles y profesionales tienen un límite de 0,3 g/l.
Aunque el ministro no especificó detalles para estos grupos, se espera que también vean reducido su límite de alcohol permitido.
El ministro destacó que, durante el verano pasado, 241 personas fallecieron en las carreteras españolas, y en más de la mitad de los accidentes el alcohol o las drogas estuvieron involucrados.
A pesar de que España está por debajo de la media de siniestralidad de la Unión Europea, el objetivo es seguir reduciendo las cifras.
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