Comienzan los enfrentamientos entre administraciones canarias a cuenta de las tensiones suscitadas por la actual crisis humanitaria en Canarias por mor de la inmigración irregular. Como no podía ser de otra manera, el escenario del conflicto es El Hierro, la Isla más pequeña y alejada del Archipiélago a donde llegan en mayor número quienes huyen del hambre y la miseria en sus países de origen desde hace ya un par de años.
En este caso, el conflicto se origina en el órdago político lanzado por el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, a cuenta de lo que considera desafección del Gobierno central a la hora de garantizar una acogida digna de los menores migrantes no acompañados pese a que pactó con el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, una reforma de la ley de Extranjería que, sin embargo, el PP hizo decaer en el Congreso al no admitir siquiera su toma en consideración.
Sea como fuere, Clavijo ha anunciado una ofensiva política y jurídica para forzar al Gobierno central a que se haga cargo de lo que hasta ahora se daba por hecho que es competencia autonómica (acoger a dichos menores) y fuentes del Gobierno de Canarias confirmaron ayer a la Agencia Efe de que dicho Ejecutivo está montando una carpa en el muelle de La Estaca (principal instalación portuaria de El Hierro, para ponerla a disposición del Estado y que allí atienda a los menores que lleguen en cayuco a la Isla a partir de ahora.
Tras conocer los planes gubernamentales, el presidente del Cabildo de El Hierro, Alpidio Armas, no pudo ser más claro al manifestar su “más absoluto rechazo a que nuestro puerto comercial de El Hierro sea objeto de tal emplazamiento.
Para argumentar su negativa, Armas recordó una obviedad como es que el Puerto de La Estaca es un puerto atípico en cuanto a su posicionamiento respecto a la capital herreña, Valverde, “lo que hace que cualquier instalación como la propuesta sea un lugar de permanencia total, toda vez que cualquier desplazamiento conlleva la utilización de vehículo. En otros puertos canarios confluye la posibilidad de moverse del lugar, caso que en el nuestro no es posible”.
El tamaño importa
Además, continuó el herreño, dada la limitada dimensión de este complejo portuario, poner una carpa impediría el normal desarrollo de la actividad portuaria, toda vez que habría que ocupar zonas de esparcimiento públicas o de pasajeros, o en su caso espacios como la marina de este muelle. “En la misma línea, La Estaca es un puerto en pleno auge respecto a movimiento de pasajeros, y con amplias expectativas respecto a la ampliación de frecuencias y llegadas de cruceros”, recalcó antes de añadir que “integrada dentro de las instalaciones portuarias, tenemos una playa de uso público, conocida por el Varadero, que se ha convertido en punto de referencia y disfrute para miles de bañistas, foráneos y turistas que la utilizan durante todos los días del año”. En definitiva, cualquier instalación de este u otro tipo, temporal o permanente, estrangularía cualquier crecimiento de futuro de este puerto comercial por ocupación de espacio e incluso por imagen de isla, al tratarse de la única puerta de entrada marítima a El Hierro.