Desde que en agosto de 2019 se produjo el llamado blindaje del Estrecho y comenzó un repunte incesante en el tráfico de seres humanos que huyen de la miseria y la guerra que se padecen en sus países del continente africano camino al europeo haciendo escala en Canarias, la llamada ruta atlántica ha sido considerada como una de las mortíferas del mundo hasta por Naciones Unidas.
Como quiera que en el lustro trancurrido este drama humanitario no ha dejado de aumentar, ayer se volvió a constatar gracias a los datos recabados por Acnur que cifran en al menos 702 las vidas perdidas en tan peligroso tránsito hacia las Islas durante los primeros siete meses del año en curso, como ayer se hizo eco la agencia Efe.
Dos datos resaltan sobremanera. Por un lado, la media de fallecidos desde el pasado enero a julio ya supera el centenar mensual en la ruta atlántica, Por otro, incluso se supera ahora en tres muertes la suma de vías de migración irregular existentes en todo el Mediterráneo Central, antaño considerado el gran cementerio de quienes lo arriesgan todo en una embarcación precaria para acceder desde África a Europa.
De acuerdo con la oficina de la ONU para los refugiados, en los siete primeros meses de 2024 han muerto en pateras, cayucos y otro tipos de embarcaciones precarias en su travesía a Europa no menos de 1.542 personas, cifras que Acnur y la Organización Internacional para las Migraciones siempre presentan como un cáluclo mínimo, porque reconocen que se les escapan decenas de naufragios sin testigos ni supervivientes. Ni que decir que las ONG que trabajan en los países de origen multiplican estas terribles estadísticas a cuenta de los desparecidos en los distintos naufragios.
Pero la realidad es tozuda y los datos evidentes. El año pasado, cuando la ruta canaria marcó su récord histórico de personas rescatadas en las islas españolas, con 40.330 (según Acnur; 39.910, según el Ministerio del Interior), casi el cuádruple de personas cruzaron a Europa por el Mediterráneo Central, 158.031.
Este año (datos de Acnur comparables de enero a julio, publicados en septiembre), la ruta canaria va camino de batir de nuevo su récord histórico, con 21.675 rescatados, mientras que en el Mediterráneo central se han contenido notablemente los flujos. En las Islas, ha muerto uno por cada 31 supervivientes.