La compañía Amazon ha anunciado el regreso al modelo de presencialidad de sus empleados en las oficinas cinco días a la semana salvo excepciones justificadas para el teletrabajo. Esta decisión ha reabierto uno de los grandes debates pospandemia: ¿trabajo presencial o teletrabajo? Esta gran incógnita tras la crisis sanitaria de la COVID sigue planteando dudas sobre la efectividad de adoptar un modelo u otro. El teletrabajo supone un aumento de la productividad gracias a la mejora de la conciliación, la optimización de los tiempos ante la falta de desplazamientos, menos estrés y una mayor sensación de satisfacción de los trabajadores. La presencialidad en los ámbitos laborales favorece la integración y las relaciones sociales, ayuda a desarrollar el sentimiento de identidad en la empresa y facilita el entendimiento y la creatividad por la interacción con los compañeros.
Existen ocupaciones que, por sí mismas, no admiten la posibilidad de teletrabajar. Por eso, la modalidad de trabajo híbrido es una de las mejores formas de disfrutar las ventajas de ambas opciones. Un ejemplo es Lyreco, líder en distribución de soluciones para espacios de trabajo. “Es cierto que cuando la gente trabaja a distancia, no existe esa sensación de formar parte de un equipo”, comenta Andrea Manerba, directiva de Lyreco Iberia. “Pero compartir espacio de trabajo tres días a la semana, teletrabajando otros dos, permite mantener esos vínculos sociales con los compañeros, a la vez que protegemos el derecho a la conciliación de todos. Desde que adoptamos el modelo híbrido, los equipos que por su puesto pueden adherirse a este beneficio se declaran más felices y relajados, lo que se traduce no solo en una mayor productividad, sino en una mejor calidad de vida para el colectivo”. No obstante, hay una pregunta clave: ¿se trabaja más o menos? “Si trabajas en la oficina, lo harás igualmente desde casa o cualquier otro lugar habilitado”, responde Manerba. De los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) se desprende que el trabajo remoto e híbrido no ha impactado negativamente en la productividad. Es más, un 85% de los trabajadores remotos consideran que su productividad se mantiene o incluso mejora en comparación con el trabajo en la oficina a tiempo completo. Además, el teletrabajo se revela como la opción preferida por los empleados: no han de añadir a su jornada los tiempos de desplazamiento y cuentan con una mayor flexibilidad para conciliar y organizar el desarrollo de su actividad profesional. Esto se traduce en una mayor incentivación.
Otro aspecto fundamental radica en la desconfianza que albergan los responsables de equipo que quieren a la gente allí donde puedan verla. En el lado contrario, algunos asalariados se sentirán menos presionados, vigilados o cohibidos. En el equilibrio está la virtud.