No, no se trata del mítico barco de Jack Sparrow ni de una tripulación de piratas del Caribe en busca de aventuras. La ‘Perla Negra’ (Black Pearl) que acaba de atracar en el puerto de Santa Cruz de Tenerife es uno de los veleros más espectaculares del mundo y no ha tardado en captar miles de miradas.
El yate ultramoderno es un símbolo de la fortuna y el lujo acumulado por el empresario ruso Oleg Burlakov. Lanzado en 2016, cuenta con 106,7 metros de eslora y fue diseñado para maximizar el uso de tecnologías sostenibles. Destaca por sus tres mástiles DynaRig, que despliegan una superficie de velas de 2.900 metros cuadrados.
El yate cuenta con capacidad para 12 invitados en diversas suites, incluyendo cabinas VIP y dobles, y está equipado con un jacuzzi en cubierta, cine convertible, club de playa y un garaje para embarcaciones auxiliares. Además, la embarcación puede alcanzar hasta 30 nudos en condiciones ideales y dispone de motores diésel que le permiten navegar a 17,5 nudos.
Con un casco de acero, superestructura de aluminio y mástiles de fibra de carbono, el yate fue ideado para cruzar el Atlántico con un mínimo consumo de combustible, empleando una hélice de paso variable que permite generar electricidad mientras navega a vela.
El legado del ‘Perla Negra’ también incluye la historia de su dueño, Burlakov, quien amasó su fortuna tras la caída de la URSS y murió en 2021 en circunstancias no esclarecidas. Hoy, su herencia de 3.000 millones de libras está en disputa.
Inspirado en el diseño del ‘Maltese Falcon’, el proyecto del ‘Perla Negra’ comenzó en 2010 y se completó en 2018, tras un extenso proceso de desarrollo en los astilleros Oceanco. Desde entonces, el yate ha ganado premios, incluido el Superyate de Vela del Año en 2019, posicionándose como una obra maestra de la ingeniería náutica y un referente en sostenibilidad.