Los seis tuliperos de Gabón (Spathodea campanulata) que han acompañado desde hace más de 20 años el entorno de la santacrucera plaza de Robayna, más conocida como del Orche, fueron talados ayer por el Ayuntamiento capitalino como consecuencia de las obras que se llevan a cabo para la creación de un nuevo espacio peatonal y una plaza en la confluencia de las calles Méndez Núñez y Robayna.
Los ejemplares, que habían sido objeto de defensa por parte de asociaciones ecologistas como Los Árboles Hablan, ya vaticinaban este desenlace desde el comienzo de los trabajos en la zona, tal y como adelantó DIARIO DE AVISOS el pasado mes de mayo. No obstante, las protestas no han tenido un final feliz, pues, según denunció ayer la citada asociación, “el alcalde, José Manuel Bermúdez, y el concejal de Servicios Públicos, Carlos Tarife, han desoído la petición factible de la ciudadanía de incluir los tuliperos en la construcción de la futura plaza”.
A juicio de Los Árboles Hablan, “el consistorio ha actuado en contra de las recomendaciones científicas para combatir el cambio climático y ha demostrado crueldad y falta de ética al talar ejemplares de más de 20 años, de gran porte, sanos y que muchos vecinos han mantenido vivos desde que empezaron las obras, acudiendo a regarlos porque el Ayuntamiento santacrucero los dejó sin agua”.
Por su parte, el concejal de Obras, Javier Rivero, explicó que “la tala responde a que los trabajos de construcción de la nueva plaza ya se encuentran en su segunda fase, por lo que se han comenzado a separar los alcorques de la fachada para cumplir con la legalidad en materia de accesibilidad, que obliga a ampliar las aceras de 80 centímetros a 1,50 para que puedan transitar peatones y personas en sillas de ruedas”. Además, indicó que “las obras finalizarán coincidiendo con el inicio del Carnaval en la calle, a finales del próximo febrero”.
Asimismo, el edil afirmó que “los árboles talados no se pueden trasplantar en otro lugar, porque al llevar años en alcorques antiguos sus raíces son tan grandes que se han metido entre las canalizaciones y no se pueden sacar enteras, por lo que el ejemplar moriría al reubicarlo”. Rivero aseguró que “la futura plaza contará con el doble de ejemplares de los que hay ahora que, además de proporcionar sombra, crecerán con más calidad en un nuevo suelo estructurante, con pavimento natural de una cantería de Arico y, donde además, tendrán más espacio”.
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