“¡Nico, trae toallas que esta niña no va a esperar a la ambulancia para nacer!”. Así le resumió a su esposo Deisy, una vecina de Los Cardones (San Isidro, dentro del término municipal de Granadilla de Abona), lo urgente que se presentaba el parto del segundo hijo de esta pareja y que tuvo lugar en plena madrugada del pasado día 3. Felizmente, todo llegó a buen puerto, como demuestra la imagen que acompaña a estas líneas, que fue sacada en una habitación del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria en la jornada siguiente al nacimiento de Jael, la bebé que reposa entre los brazos de su madre ante la orgullosa sonrisa de su padre.
Lo excepcional de la noticia radica en que tan feliz alumbramiento acaeció en el domicilio familiar gracias a la pericia de ambos progenitores y los buenos consejos recibidos desde el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 1-1-2 del Gobierno de Canarias.
“No tuve ni una sola contracción antes”, relata Deisy a DIARIO DE AVISOS sobre lo que pasó esa noche ya inolvidable, “y todo comenzó porque mi primer hijo, de tres años, nos despertó porque se encontraba mal. El padre fue a atenderlo y a darle el Apiretal [un popular analgésico indicado para menores] y ahí fue cuando sentí la primera contracción”, detalla la madre antes de añadir que “a partir de ahí fue todo muy deprisa, porque al poco sí empezaron más contracciones, diría que unas diez, y todas muy seguidas”.
“Aunque llamamos para que nos mandaran una ambulancia, sentí que no iba a dar tiempo y por eso le dije ‘¡Nico, trae toallas que esta niña no va a esperar para nacer y en algún sitio la tendremos que poner!”, continúa su relato Deisy. Curiosamente, el niño de tres años y ahora feliz hermano mayor se quedó dormido de inmediato. tan tranquilo que no se volvió a despertar hasta bien entrada la mañana, cuando los hechos que nos ocupan acaecieron sobre las 1:30 horas de la madrugada de dicho día.
Sobre el apoyo teléfonico del 1-1-2, Deisy detalla que “al principio nos dijeron que no esperaban un parto prematuro porque venía de nalgas, pero luego todo fueron indicaciones para primero colocar un hombro, luego el otro… La verdad es que estamos muy contentos”, detalla la madre, que ya descansa en su vivienda granadillera junto con los otros tres protagonistas de esta maravillosa noticia.
Betsy y Alexis, los telemáticos ‘padrinos’ para un final feliz
Se llaman Betsy Álvarez y Alexis Hernández (en la imagen, en el recuadro) y son los padrinos telemáticos de Jael, la bebé nacida en una vivienda de Los Cardones (San Isidro, término municipal de Granadilla de Abona). Ambos trabajan para el Servicio de Urgencias Canario (SUC). Álvarez es la médico y Hernández, el enfermero que coordinaron, desde el Cecoes 1-1-2 del Gobierno de Canarias, la asistencia por vía telefónica para que dicho alumbramiento llegase a buen término, pese a que a las dificultades propias de la distancia se le sumó una parada cardiorrespiratoria de la pequeña, que finalmente pudo ser superada.
Fue el padre de Jael, Nico, quien procedió a reanimar a la bebé, logrando así revertir tan problemática situación gracias a las pautas dadas por teléfono por el enfermero coordinador, que destacó la “concentración y tranquilidad” que mantuvo el progenitor en todo momento, como se informó ayer desde el Ejecutivo autonómico.
La madre, Deisy, quiso agradecer tanto a quienes los asistieron durante el parto y tras el nacimiento de la pequeña como a la propia Policía Local de Granadilla, que llegó al hogar junto con el personal de la ambulancia que los trasladó, siempre monitorizados, hasta el Hospital de la Candelaria. “Gracias a todos, ahora estamos bien y en casa”, detalló ayer a este periódico.