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Rayco García detiene el regreso de Garrido impidiendo la celebración de la junta general del CD Tenerife

José Miguel Garrido, máximo accionista de la entidad, perdió ayer el primer pulso para forzar la renovación del consejo y la designación de un presidente de su cuerda
Rayco García detiene el regreso de Garrido impidiendo la celebración de la junta general del CD Tenerife
Junta de accionistas del CD Tenerife. Fran Pallero

Por A.M.S. y Martín Travieso. Tras una jornada maratoniana de reuniones que comenzó a primera hora de la mañana del miércoles en Madrid, con contactos permanentes entre el equipo del consejero Rayco García y el propio José Miguel Garrido, al tiempo que, en Santa Cruz de Tenerife, los representantes de las dos sociedades mercantiles propietarias de las acciones del empresario madrileño afincado en Londres hacían un seguimiento de los avances mientras mantenían hilo directo con los letrados de los empresarios locales que conforman el acuerdo sindical de acciones liderado por el propio Garrido, a pesar de todos estos esfuerzos, lo cierto es que tan sólo media hora antes del inicio de la junta general concertada en primera convocatoria para la tarde de ayer fue el propio Garrido el que dio instrucciones telefónicas a sus portavoces en la junta para que exigiesen la celebración de la misma, con el debate y aprobación de los puntos relativos a proceder con los cambios en el consejo de administración de la entidad, órgano de gobierno del club.

A Garrido, ante la ausencia de un acuerdo formal con Rayco García, a pesar del aparente acercamiento de posturas alcanzado a mediodía de ayer en Madrid, no le bastó la palabra del empresario del norte de Tenerife y segundo mayor accionista del Club, y cursó órdenes tajantes a sus representantes legales para exigir la celebración parcial de la junta general de accionistas. Ante esta postura imprevista, fue el propio Rayco García el que cursó indicaciones a los letrados encargados de su representación en el máximo órgano de la sociedad de evidenciar una clara falta de quorum, que, según los estatutos sociales del club, impiden la celebración de la junta general en primera convocatoria.

Con esta medida estratégica, Rayco García obtiene un bono temporal de cinco días, en el que intentará consensuar un acuerdo estable que posibilite la gobernanza del Club Deportivo Tenerife en la difícil etapa que se avecina, tras el pésimo resultado obtenido en el terreno de juego hasta el momento y que, sin duda, hace presagiar un más que previsible descenso de categoría.

Según fuentes próximas al segundo mayor accionista del Club, Rayco García no descarta formalizar un acuerdo con José Miguel Garrido antes de la celebración de la próxima junta general, que se celebrará el martes. De producirse algún acercamiento, esta vez tendrá que contar con el soporte contractual correspondiente, ya que resulta obvio que a estas alturas de la crisis institucional que vive el club, ninguna de las partes se fía de la otra.

Una mayoría alternativa liderada por Rayco García pasa obligatoriamente por la participación en su proyecto del accionista Juan Pelayo, que controla un importante paquete de títulos de la entidad, junto otros grupos minoritarios, que en las últimas semanas han depositado su confianza en García. Esta mayoría sería muy complicada de articular sin la aportación a la misma de las acciones no sindicadas que posee el propio Garrido, y que podrían sumarse a este nuevo pacto de gobernabilidad sin comprometer las leoninas cláusulas de penalización del actual pacto de sindicación que mantiene con los empresarios Amid Achi, Miguel Concepción y Conrado González.

La otra alternativa es que este acuerdo no pueda consumarse en los próximos cinco días y, por tanto, la única opción de gobernanza de la entidad pasa por el regreso al control accionarial del club por parte de Garrido, con el obligado apoyo de los referidos accionistas locales.

Este porcentaje mayoritario aprobaría el próximo martes una reestructuración del consejo de administración, que tendría que elegir a un nuevo presidente. En este proceso, se sabe que Conrado González propondría al abogado José Daniel Díaz como consejero; Amid Achi, mantendría a Samuel Gómez y faltaría conocer la aportación de Miguel Concepción y del propio Garrido. Si esto sucediese, es muy poco probable que Rayco García opte por continuar personalmente en uno de los asientos del consejo.

En este paréntesis temporal de cinco días que se abre a partir de hoy, los empresarios tinerfeños que forman parte del pacto de sindicación sólo asisten como convidados de piedra, o lo que es lo mismo, sin voz en las determinaciones que considere José Miguel Garrido. Alguno de estos empresarios, ha manifestado que ojalá salga adelante la opción encabezada por Rayco García, porque entienden que se trata de la única manera de liberarse de lo que definieron literalmente como la pesadilla Garrido o el peor experimento accionarial que han llevado a cabo en sus vidas profesionales.

La junta general extraordinaria de accionistas del CD Tenerife, solicitada por el máximo accionista del club, José Miguel Garrido, quedó en la tarde de ayer aplazada para la segunda convocatoria debido a que no se alcanzó el 50 por ciento de quorum requerido tras no registrar sus acciones Rayco García, consejero y segundo máximo accionista del club. Ya que se debía tratar una modificación en los estatutos del club, era necesario alcanzar un quórum reforzado de la mitad del capital social de la entidad, sin embargo el porcentaje accionarial representado fue del 47,91 por ciento. La segunda convocatoria está fijada para el día 25 de febrero de 2025, igualmente a partir de las 19:00 horas.

Ninguno de los grandes tenedores de acciones estuvo presente en la tarde de ayer en una asamblea que fue presidida por Paulino Rivero.

Se sentaron a su lado el notario Alfonso Caballé; el vicepresidente primero, Samuel Gómez Abril; el secretario del consejo de administración, Octavio Cabrera, y el letrado José Manuel Ruiz Pons.

Lo más destacado de la reunión de socios sucedió cuando el abogado Javier Romero Martínez Cañavate, representante de las acciones de la sociedad Eolus Capital Limited, propiedad de José Miguel Garrido, con representación de 113.101 acciones, solicitó que la asamblea se constituyese formalmente, “aunque no se pueda abordar el punto del día relativo a la modificación estatutaria” en virtud del artículo 20 de los Estatutos Sociales del CD Tenerife y del artículo 194 de la Ley de Sociedades de Capital, que reclaman un 50 por ciento de acciones con derecho a voto representadas.

No obstante, para tratar el resto de puntos recogidos en el orden del día de la Junta “el quorum necesario es del 25 por ciento”, por lo que solicitó abordar el primer punto del día, dirigido a la delegación de facultades, y dejar de lado el punto marcado para la modificación estatutaria.

A Romero le resultó “paradójico” que no se tratara una cuestión introducida en el orden del día “por un accionista que no compare”, dijo en relación a Rayco García, lo que, según el abogado de Garrido, “dice bastante”.

El letrado andaluz entendía que celebrar la reunión ayer era conveniente por “la estabilidad del club”, por los accionistas presentes en la primera convocatoria y, especialmente, porque lo recogía el artículo 194 de la Ley de Sociedades de Capital y el artículo 20 de los Estatutos Sociales del CD Tenerife.

Tras escuchar al representante de Garrido, Octavio Cabrera aclaró que su interpretación del articulado legal y de los estatutos del club indicaba la inexistencia de quorum suficiente. Además, apuntó que no cree que aumente la inestabilidad al no celebrarse dicha Junta en primera convocatoria. “El criterio predominante establece que se necesita un quorum del 50%. Respetamos la interpretación del abogado de José Miguel Garrido, pero no la compartimos. Hemos aplicado la legalidad. Desconozco las razones de la falta de quorum.

Cuando entré, me comprometí a que la ley se cumpliría siempre. Eso es lo que he hecho”, explicó Cabrera tras la no celebración de la Junta.

Romero, obviamente, mostró su disconformidad y su “más respetuosa protesta por la decisión de la mesa”, pidiendo que constara en acta.

De esta manera, Garrido pretendió contraatacar tras resultar ultrajado el pasado 17 de diciembre, cuando fue apeado del poder. No obstante, y a pesar de que su jugada ayer no le resultó, nadie duda de que ahora tiene la posibilidad de decidir y de sacar la mayor rentabilidad a la inversión que hizo en el Tenerife. Hasta el martes, podrá negociar a dos bandas. Si no hay acuerdo con Rayco, podrá amagar con llegar a un pacto con los inversores tinerfeños, con quienes había un pacto de gobernanza de la entidad. Incluso, se decidió que José Daniel Díaz, exalcalde Tacoronte, pudiera asumir la presidencia temporal, circunstancia que el propio interesado no descartó en la tarde de ayer.

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