garachico en la historia

Y ahora, fútbol

Por Carlos Acosta García. | Algunos amigos no parecen estar de acuerdo con este trabajo mío de dar a conocer, cada semana, detalles del ayer garachiquense en cometidos económicos, religiosos, culturales, portuarios… Alguno me ha pedido que me ocupe de temas deportivos, a pesar de que nuestro inolvidable Gara esté pasando por estas tristes etapas de un club casi desconocido; y que tampoco pueda utilizar su campo, creado hace tantas décadas y que ahora es lugar de estacionamiento de vehículos. O sea: coches, sí; fútbol, no. Pretenden mis amigos conseguir que el Club Gara vuelva a ser lo que fue en etapas pasadas. Esas etapas de las que me hablan mis amigos las conozco y las recuerdo con satisfacción, pero no deben ellos olvidar que, con 95 años cumplidos -como es mi caso-, no estamos muy decididos a ocuparnos de estas cosas. Y quede bien claro que soy el primero en lamentar que nuestro querido equipo, que llegó a jugar una temporada en el fútbol nacional (tercera división), sea hoy un equipillo que apenas puede sostenerse. Recordaremos ahora, para quienes, por despistados o indiferentes, no conozcan algunos detalles de ayer -y de anteayer- relacionados con el deporte que nos trajeron de Londres los hermanos Pérez Díaz, que allí cumplían su obligación como estudiantes, pero que en 1912 trajeron a su pueblo un balón con la sana intención de inculcar a los vecinos la inclinación al deporte balompédico. Llevaron su afición a la plaza del hospital, con piso de tierra, colocaron unas puertas y ¡a jugar! Han transcurrido desde entonces 113 años, hemos ganado varios títulos regionales y-¡asómbrense ustedes!-, tenemos el título de Real Gara, concedido por S. M. don Juan Carlos I con fecha 15 de junio de 2012. Con tal noticia termino. Dejaré otra vez el fútbol y seguiré con la historia. Ustedes disculpen.

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