La llamada “crisis de los huevos” sigue dejando cifras y situaciones insólitas en Estados Unidos. El brote de gripe aviar, considerado el más grave registrado hasta la fecha, ha disparado los precios y reducido drásticamente la disponibilidad de este producto esencial. A esto se suman factores como la inflación y las tensiones arancelarias, que han llevado a imágenes impactantes: estanterías vacías en supermercados, largas filas para conseguir huevos y hasta iniciativas como el alquiler de gallinas para obtener huevos frescos en casa.
La situación ha alcanzado niveles inesperados. Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), las incautaciones de contrabando de huevos desde México han aumentado un 158% desde 2024. En algunos casos, las autoridades han interceptado más cargamentos de huevos que de fentanilo, un opioide sintético que ha devastado comunidades en el país. Mientras en México los huevos se venden por apenas 1,5 dólares la docena, en Estados Unidos pueden alcanzar precios de entre 6 y 8 dólares dependiendo del estado.
En lo que va de 2025, se han registrado más de 5.500 incautaciones relacionadas con productos avícolas en comparación con las 413 vinculadas al fentanilo. Aunque muchas personas desconocen que está prohibido cruzar la frontera con huevos frescos o aves vivas debido al riesgo sanitario, las autoridades han advertido que esta práctica podría empeorar los problemas derivados del brote. Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), transportar productos avícolas puede propagar enfermedades como la gripe aviar o la enfermedad de Newcastle virulenta, altamente mortal para las aves.
En medio de esta crisis, han surgido iniciativas solidarias y creativas. Empresas como Rent the Chicken ofrecen el alquiler de gallinas ponedoras para garantizar huevos frescos en casa, mientras que campañas benéficas en lugares como Queens, Nueva York, han repartido huevos a comunidades necesitadas. Sin embargo, la demanda es tan alta que estos esfuerzos suelen agotarse rápidamente.
El gobierno estadounidense ha recurrido a países como Brasil y Turquía para importar millones de unidades y aliviar la presión sobre el mercado interno. También se han explorado acuerdos con Europa, aunque los brotes locales de gripe aviar y las estrictas regulaciones sanitarias complican estas negociaciones. A pesar de algunas señales de mejora, el Departamento de Agricultura (USDA) reconoce que tomará tiempo estabilizar la producción y reducir los precios.