conversaciones en los limoneros

“Nuestro cuerpo necesita tratamientos especializados y sentirse bien”

Vania Oliveira, esteticista

El mundo de la estética ofrece muchas variantes. A lo largo de mis entrevistas nunca había tocado este tema, tan de moda, desde los tratamientos más naturales hasta otros más sofisticados, como el body sculpt, que se realiza a través de cremas y otras actuaciones. Vania Oliveira Santos (Pontal, Sao Paulo, 1983) llegó a Tenerife hace 20 años y yo creo que ella prefiere denominar lo que hace con sus clientes como “estética”, así sencillamente dicho. También podríamos hablar de embellecimiento personal. Tiene consulta, pero prefiere trabajar de forma relajada y por eso limita sus clientes a cinco o seis al día y ha trabajado y vivido en Valencia y en Madrid, en lo que a España respecta, además de Santa Cruz. Es una mujer que está constantemente siguiendo cursos relativos al embellecimiento personal. No distingue entre hombres y mujeres. He consultado a algunos de sus clientes y me hablan maravillas de sus tratamientos. La estética ocupa un lugar cada vez más importante en la vida de las personas, ya sea por el mero placer de su bienestar, ya sea por la mejora de las situaciones personales después de traumas e intervenciones; por muchas razones. “Me enamoré de esta isla”, me dice, “y de aquí ya no me van a mover. Valoro mucho la calidad de las personas, su carácter, el valor que se le da al cuerpo. Quizá la isla, por ese mismo carácter que le da el mar, es capaz de modelar el carácter de sus gentes y esto le aporta al isleño mucho mayor atractivo”.

“Mira, yo nací en Brasil, pero llevo aquí 20 años. Y soy una apasionada de la estética y de la belleza personal. Creo que tanto las mujeres como los hombres deben cuidarse y estar a gusto con su propio cuerpo y con su propia imagen”.

-Cada vez encuentro más personas, entre mis entrevistados, ya sean profesores universitarios, científicos, literatos, como profesionales liberales, que dicen que se enamoran de las islas.
“No sé por qué, pero es cierto. Yo decidí vivir en Tenerife y ayudar a la gente a estar más en sintonía con su propio cuerpo. Estoy encantada, trabajando en mi clínica estética, pero tengo que viajar mucho para las actualizaciones de mis habilidades en las principales capitales españolas. Pero aquí, además de mi negocio, es que tengo a mis amigos”.
(Advierto que apenas come: “No, no, como muchísimo”, me dice. Tiene buen gusto al elegir los platos, dentro de la amplia gama que ofrece “Los Limoneros”. Y hace mucho deporte).

-¿Tus tratamientos por qué dan tantos y tan buenos resultados?
“Mira, todos los tratamientos adecuados en materia de estética y de bienestar corporal deberían darlos. Pero se necesita constancia y dedicación para hacerlos óptimos. Se trata de actuaciones conjuntas, no de una sola, para que ofrezcan al cliente resultados óptimos”.

-¿Y son exclusivos, en tu caso?
“Yo no me atrevería a pronunciar la palabra “exclusivo”.

-¿Por qué?
“Porque el secreto puede estar también en las manos. Yo empiezo todos los tratamientos de aparatología con un masaje previo, que practico yo personalmente, y así puedo seguir también personalmente, sin fallos, todo el tratamiento de mis clientes”.

-A los que tú seleccionas mucho.
“Para darles el mejor servicio posible. Nunca paso de cinco o seis clientes al día. Y, sí, debo realizar una selección conforme a mis especialidades”.

-La mejora física es uno de los objetivos, ¿no?
“Efectivamente”.

-¿Y cómo se logra?
“Yo me diferencio de otros esteticistas por mi atención personalizada y por el enfoque de mejora integral de sus cuerpos que ofrecemos a cada uno de nuestros clientes”.

-Dicen que cada persona es un mundo.
“Y lo es, también en la necesidad de cuidados corporales. Entendemos que cada individuo, de cualquier sexo, es único. Por eso diseñamos tratamientos específicos adaptados a sus necesidades y objetivos”.

-Y también entra la tecnología.
“Lo que sí garantizo, partiendo de mi formación y de mi tecnología de vanguardia, son resultados visibles y duraderos. Nos importa el bienestar físico y emocional de la gente que trato, en medio de un ambiente grato, acogedor y de confianza. Por eso mis clientes buscan en mí no sólo un servicio de calidad sino unos resultados óptimos. Y estos los aseguro desde el principio”.

-Los cuerpos son distintos. Tú eres brasileña, trabajas en Canarias. ¿Existen necesidades de tratamiento diferentes?
“No creo que haya diferencias visibles, porque los brasileños y las brasileñas tienen fama de cuidarse mucho, pero los canarios y las canarias también. Eso de que las brasileñas se cuidan más es una especie de mito”.
(Bueno, puedo estar o no de acuerdo con eso. Pero si veo pasar por fuera de aquel bar donde Vinicius de Moraes y Antonio Carlos Jobim observaban pasear cada día, camino de la playa, a Eló Pinheiro, la garota de Ipanema, y compusieron juntos la canción más bonita e interpretada del mundo, a lo mejor no estoy de acuerdo con Vania Oliveira. Ahora se me ha metido la melodía en la cabeza y estoy escribiendo con ella de fondo, porque he ordenado a Google que me la reproduzca en mi altavoz inteligente. Y, además, interpretada por Stan Getz y Astrud Gilberto. Y hablamos de las curvas de Santos, a las que Roberto Carlos le dedicó una canción preciosa. Total, que seguimos charlando un rato de música, al margen de la estética, y de Brasil. Las brasileñas son mujeres espectaculares y a mí me encantan las mujeres).

-¿Se ha colado la inteligencia artificial (IA) en los tratamientos estéticos, Vania?
“De momento, no, al menos en los míos”.

-¿Pero se han colado?
“Puede ser, pero yo no la utilizo, a la IA, porque mi empeño está en el servicio muy personalizado, muy mío, diferente para cada persona. Y si se mete la IA quizá los generalice, con el pretexto de optimizarlos, y no es ese mi objetivo, porque yo considero que el tratamiento personal se acerca más a la perfección a la hora de atender a cada persona”.

-¿Puede repercutir la salud física en la salud mental, a cualquier nivel?
“Sí, definitivamente, la imagen física puede tener un impacto significativo en la salud mental”.

-¿Por qué?
“Porque la forma en que una persona se percibe a sí misma, o la manera en la que se siente observada por los demás puede influir en su autoestima, en su confianza y en su bienestar emocional”.

-Parecen obviedades, pero es muy interesante lo que dices.
“Es que cuando alguien se siente bien con su apariencia es muy probable que también adquiera mayor autoestima y confianza en sí misma, te repito. Y ello puede afectar positivamente en su interacción personal con los demás. También en su capacidad para afrontar los desafíos en la vida diaria y su bienestar general”.

-¿Y lo contrario?
“Sí, el caso contrario es también evidente. Si alguien no se siente bien con su imagen física puede experimentar inseguridades y hasta baja autoestima, falta de confianza y ansiedad. En definitiva, te aseguro que la imagen física sí puede repercutir en la salud mental y me parece muy importante encontrar un equilibrio saludable”.

-Una curiosidad, Vania. ¿Por qué te gusta trabajar sola?
“Mira, después de muchos años de experiencia laboral trabajando con muchas personas, me dije que había llegado la hora de montar una clínica estética tan personalizada que la persona que acudiera a ella tuviera toda mi atención, sin interferencias, sin prisa, con calma. Que fuera su momento especial y que fuera la cliente, o el cliente, quien se sintiera protagonista desde que entra hasta que sale. De ahí las limitaciones en cuanto a consultas, porque no quiero agobios ni aglomeraciones”.

-¿Y que son esos tratamientos personalizados?
“Pues los que adapto a las necesidades de cada persona que quiere mejorar su cuerpo, sentirse más saludable, más contenta con su cuerpo, si quieres hasta más libre”.

-¿Podemos hablar de especialidades?
“Sí, por supuesto”.

-Porque creo que son varias.
“Sí, hago drenaje brasileño, trato lesiones post operatorias (EPO), soy especialista en aparatología corporal y facial, tengo un máster en estética facial y otro en estética corporal, practico masajes específicos para embarazadas, masajes en general y maderoterapia”.

-¿Existe mucha competencia en el mundo de la estética?
“Sí, claro que la hay”.

-¿Y en el de la belleza?
“La competencia en el mundo de la estética y de la belleza es muy alta. Se trata de un sector que ha crecido de una manera exponencial en los últimos años, debido a varios factores, como el aumento de la demanda de tratamientos estéticos no invasivos, el acceso a nuevas tecnologías y a nuevas técnicas y al creciente interés de la gente por el cuidado personal y la salud”.

-¿Se trata de una demanda mundial?
“El mercado de la estética ha experimentado, como te he dicho, una expansión significativa en todo el mundo. Cada vez más personas buscan mejorar su apariencia y su bienestar físico, lo que ha llevado al aumento del número de spas y salones de belleza”.

-Y eso parece interesante, ¿no?
“Lo es. La demanda de servicios estéticos, desde tratamientos faciales hasta procedimientos corporales más complejos están en auge, lo que atrae más a los profesionales del sector y a los propios empresarios”.

-Por cierto, para terminar. ¿Podemos hablar de un tratamiento estrella?
“Bueno, no sé si estrella, pero el más demandado, sí”.

-¿Cuál es?
“El drenaje brasileño, que es una técnica de masaje que combina terapia manual del drenaje linfático con un masaje reductor y modelador. La combinación perfecta para eliminar líquidos y toxinas que se acumulan en nuestro organismo”.

(Ha sido un placer hablar con esta mujer que une su experiencia en bienestar y estética a una simpatía personal fuera de lo común. Es una mujer cercana y que sabe de lo que habla. No sabría como definirla, si como asesora de belleza, esteticista, masajista, generadora de bienestar. Pero en todas estas definiciones está Vania integrada).

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