Por Carlos Acosta García
El día 7 de marzo de 1980, en el Consejo de Ministros celebrado en Madrid en tal fecha, se acordó conceder a la Villa y Puerto de Garachico la Medalla de Oro de las Bellas Artes, como reconocimiento a la labor cultural y de embellecimiento llevada a cabo por la localidad tinerfeña a través de los años, lo que ha hecho posible a las autoridades y vecinos de la Villa del Roque a considerarse como un positivo ejemplo digno de ser imitado. Unos días después, se trasladó a Garachico el entonces ministro de Cultura, don Ricardo de la Cierva, para hacer personalmente la entrega de tal distinción al Ayuntamiento norteño, en un acto multitudinario, en el que estuvieron presentes las autoridades de la provincia y de la región. El ministro dijo, entre otras frases laudatorias, que tal medalla le era entregada a Garachico por ser “Villa digna de catalogarse como cuna de escritores ilustres, así como por saber llevar y fomentar la cultura”. Sobre todo, quedó reflejada en la prensa diaria la especial dedicación de Garachico a la conservación de su patrimonio artístico (conventos, iglesias, ermitas…), cuidando además, del mejor modo, la estética de sus calles y jardines. El señor de la Cierva entregó al alcalde, don Lorenzo Dorta García, la Medalla de Oro, después de un discurso muy grato y en medio de las pruebas de indisimulado júbilo por parte del emocionado vecindario, que llenó ampliamente el patio principal del centenario convento franciscano de Nuestra Señora de los Ángeles.