Por Carlos Acosta García. | El Ayuntamiento de Garachico aprobó hace mucho tiempo cambiar los nombres de dos calles del municipio, las llamadas 18 de Julio y José Calvo Sotelo. La primera volvería a recuperar su antiguo nombre, calle Torrente, en recuerdo de un episodio triste de uno de los dramas que la naturaleza nos hizo vivir hace ya mucho tiempo. Pero el problema está en la otra vía… Pretendía el Ayuntamiento dedicar la calle antes llamada “del Norte” a Leonardo Torriani, un importante personaje que en su libro Descripción de las Islas Canarias, dedica tres capítulos a Garachico. Pero, hace ya varias décadas, don José Soler Torregrosa, que presidía accidentalmente el Consistorio en ausencia de su titular, don Ernesto de León-Huerta, aprobó con la aquiescencia de toda la Corporación que la entonces llamada todavía calle del Norte pasara a llamarse precisamente Ernesto de León-Huerta. La idea fue acogida con enorme satisfacción porque don Ernesto, nacido en La Laguna, había sido siempre un verdadero garachiquense, no solo por los años en que fue concejal y los diez en que ocupó el cargo de alcalde, donde desarrolló una eficacísima labor, sino porque siempre tuvo el bolsillo dispuesto para adelantar sumas importantes de dinero cuando surgían problemas económicos en el Consistorio. La dedicatoria de una calle a su nombre estaba más que justificada. Pero ocurrió lo de casi siempre. Han llegado a la Alcaldía de Garachico, desde entonces, 19 personas. Nadie ha cumplido el acuerdo que se tomó. Si ahora se va a cambiar de nombre la calle Calvo Sotelo, creo que se podría resolver el centenario problema y traer a la realidad actual el nombre de don Ernesto.
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