“La pornografía y la prostitución son dos caras de la misma moneda; la misma industria de explotación sexual”

Los estudios lo confirman: el acceso a la pornografía se da cada vez con menor edad. A los seis años, muchos niños se introducen en un mundo que encuentran a golpe de click, con todo lo que ello supone. La socialista Marta Arocha, portavoz de derechos sociales y senadora por Tenerife, presentó recientemente una moción “dirigida a impedir el acceso a la pornografía a niños, niñas y adolescentes en internet y redes sociales”, pero la misma fue rechazada, gracias a su mayoría absoluta en el Senado, por el PP.

“Ellos están en contra de todo lo que propone el PSOE. Creo que, en realidad, ni leen las mociones. Me resultó sorprendente que en la exposición que realizó la senadora del PP dijera que lo que quería el PSOE era controlar la vida de la gente a través de las redes. Por eso votan en contra cuando nuestra intención es limitar el acceso de los menores de edad a la pornografía por el daño emocional que supone”, recalca Arocha.

La pornografía que “humilla a las mujeres”

Marta Arocha entiende que “todos en edades tempranas hemos tenido curiosidad por saber qué es la sexualidad”, de ahí lo peligroso que puede llegar a ser que, de manera muy sencilla, los menores accedan a la pornografía: “Hay, incluso, contenido delictivo en redes sociales. Humilla a las mujres, las cosifica… En mi alocución di una serie de datos del acceso que cada vez empieza en edades más jóvenes, con solo seis años, sin capacidad de reflexionar ni entender lo que están viendo. Esas son sus primeras experiencias con el sexo; es pura violencia machista”.

Además, la senadora tinerfeña destaca los preocupantes datos del aumento de agresiones sexuales entre los más jóvenes: “Han aumentado las agresiones sexuales, así como las agresiones sexuales cometidas en manada. Ese mensaje llega a nuestros jóvenes mediante la pornografía. Es el mismo negocio que la prostitución, el mismo: la industria de la agresión sexual. Muchas de las mujeres que forman parte de la industria del porno son mujeres prostituidas que, según necesidades del mercado, son usadas para hacer pornografía o para ser abusadas por hombres”.

Marta Arocha, además, advierte sobre la forma en la que este tipo de contenido se acerca a los más jóvenes: “Es un contenido gratuito, a los chavales les sale. Quieren enganchar a los más jóvenes, algo que marcará su desarrollo sexual y emocional”.