Cuando Paula y Raúl (usaremos nombres ficticios a petición de los protagonistas para mantener su intimidad) comenzaron a buscar la casa donde dar el siguiente paso en su vida juntos, nunca imaginaron que su interés se toparía de frente con los del Ministerio de Defensa.
Los protagonistas, menores de 35 años y residentes en Tenerife, llevaban meses recorriendo la isla hasta que, finalmente, dieron con la vivienda ideal en El Sauzal: buenas vistas, un entorno tranquilo y la promesa de un futuro en común en uno de los municipios con más proyección del norte de la isla.
Esa ilusión, sin embargo, pronto se tropezó con un inesperado obstáculo. Paula, de nacionalidad extranjera, aunque residente legal en España desde hacía años, recibió una noticia que ni ella ni Raúl esperaban: la casa que querían comprar estaba edificada sobre un terreno catalogado como zona de interés para la Defensa Nacional.
Un detalle ‘invisible’ a primera vista y poco conocido por los muchos residentes de la zona y los propios profesionales del sector inmobiliario que, sin embargo, terminaría marcando el rumbo de la operación.
Un requisito poco conocido
La legislación española establece restricciones en la compraventa de inmuebles situados en enclaves considerados estratégicos para la defensa del país, especialmente cuando la parte compradora es de nacionalidad extranjera.
Esta protección especial afecta a terrenos próximos a instalaciones militares, franjas costeras o espacios que, por su localización, se consideran sensibles para la seguridad nacional.
En el caso de Paula y Raúl, la vivienda de sus sueños se localizaba justo en uno de estos espacios de especial protección. “Al principio pensamos que se trataba de un error”, reconoce Paula. “Habíamos entregado toda la documentación, habíamos reservado fecha en notaría y, de repente, nos dijeron que no podíamos firmar todavía porque necesitábamos una autorización expresa del Ministerio de Defensa. Imagina la sorpresa.”
Cuando comprar una vivienda se convierte en cuestión de Estado
La solicitud de autorización supuso un freno inesperado para la pareja. Según la normativa, es el Ministerio de Defensa quien, tras examinar el caso, decide si concede o no el permiso para que personas extranjeras puedan adquirir inmuebles en estas áreas. El proceso, detalla Daniel, desde el sector inmobiliario, puede prolongarse varias semanas o incluso meses, dependiendo de la carga administrativa.
Durante este tiempo, Paula y Raúl vivieron con incertidumbre, pendientes de un expediente que avanzaba a un ritmo muy distinto al de su entusiasmo inicial.
“Fue una situación totalmente inesperada”, resume Raúl. “Nunca habíamos oído hablar de este tipo de trámites, y mucho menos pensado que podía afectarnos. Pero es una realidad: en Tenerife hay zonas que, por razones históricas o estratégicas, requieren permisos especiales para vender propiedades a extranjeros”.
El mercado inmobiliario en Tenerife: entre el atractivo y la complejidad
El caso de Paula y Raúl pone el foco en uno de los grandes retos del mercado inmobiliario en Tenerife, una isla donde la demanda por parte de compradores nacionales y extranjeros no deja de crecer. El Sauzal, la localidad donde se encuentra la vivienda en cuestión, se ha consolidado como uno de los municipios más atractivos para quienes buscan calidad de vida, tranquilidad y vistas privilegiadas. Su cercanía a La Laguna y Santa Cruz, así como el desarrollo de nuevas urbanizaciones, han incrementado notablemente el interés por esta zona en los últimos años.
Sin embargo, esta historia también muestra el reverso de ese atractivo: la complejidad legal que puede esconderse tras una compra aparentemente sencilla. La insularidad, la presión sobre el suelo y las peculiaridades urbanísticas hacen imprescindible contar con asesoramiento especializado a la hora de realizar un estudio previo de la situación legal del terreno y la vivienda.
Final feliz… y una lección aprendida
Gracias a la ayuda de agentes inmobiliarios especializados, Paula y Raúl pudieron reunir la documentación necesaria y tramitar la autorización ante Defensa. El proceso se demoró más de lo esperado, pero finalmente la pareja pudo firmar la compra y comenzar la mudanza. “Ahora lo recordamos como una anécdota, pero durante semanas pensamos que podríamos perder la oportunidad”, reconoce Paula. Para Daniel, de House & Home, agencia inmobiliaria que acompañó a los protagonistas de esta historia durante la operación de compra, este caso es un ejemplo más de la importancia de contar con asesoramiento profesional y de no dar por hecho que todas las operaciones serán simples. “El mercado inmobiliario en Tenerife ofrece grandes oportunidades, pero exige también rigor legal y conocimiento de las particularidades insulares”, señala.
“Hoy Paula y Raúl disfrutan de su nueva vida en El Sauzal, pero, a veces, la casa de tus sueños puede convertirse, aunque sea por un tiempo, en asunto de Estado”, concluye Daniel.