Ansiosos y desalitados

Aveces, nos sentimos como ovejas sin pastor, ansiosos y desalitados, como decía un querido amigo palmero. Estamos en una sociedad ansiosa. La paciencia casi es un don divino, el objetivo inalcanzable. No tenemos paciencia para nada. Ni siquiera para dejar reposar el potaje. Si vivimos en una casa, queremos vivir en otra; si somos morenos, queremos ser rubios y con los ojos azules. Es tal la ansiedad que padecemos que ya no podemos esperar cuatro años a que llegue el próximo mundial de fútbol y por eso fabricamos, deprisa y corriendo, mundiales intermedios para llenar las horas del verano.

Ni siquiera nos reímos con paciencia. Los humoristas juegan con ventaja porque los espectadores ya vienen reídos a los teatros, se ríen antes y acuden al espectáculo inmersos en una sugestión risueña, que no necesita ser estimulada con parodia alguna. Vienen reídos de casa. Y si sobra dinero en la cuenta corriente, la ansiedad se hace expansiva: nos cambiamos los dientes de siempre por otros de un blanco nuclear y cantoso. En mi barrio, situado en la canariona isla, los vecinos se reían de la misma forma cuando se ponían la dentadura nueva. Daba gusto verlos. Y esta nivelación de la sonrisa llega hasta nuestros días.

Si nos implantamos incisivos, caninos y molares en un ataque de ansiedad, puede traernos consecuencias irreparables. Porque nos daremos cuenta de que casi todos nos reímos igual, que la risa ha dejado de ser libre como el viento y el vuelo errático de los vencejos. Se convertirá en una mueca, la risa no será ya un gesto personal e intransferible, una manifestación externa del contento y de la alegría, el no va más de la individualidad.

Ahora, la risa de un modelo publicitario puede asemejarse a la risa de Pablo Motos. La dentadura de Donald Trump, por ejemplo, se parece bastante a la de mi vecino, el que tiene un perro chihuahua que le ladra a todo el mundo. Hemos llegado al extremo, La sociedad del riesgo de Ulrich Beck se queda corta ante estos nuevos tics que nos ha traído la inteligencia natural.