Después de más de 18 años de misión, la sonda New Horizons de la NASA ha vuelto a sorprendernos con un descubrimiento asombroso: ha conseguido medir con precisión cuán oscuro es realmente el universo. Alejada de la influencia del sol y del polvo cósmico, que usualmente alteran las observaciones, esta nave de la NASA, ahora ubicada a más de 7.300 millones de kilómetros de la Tierra, ha permitido a los astrónomos estudiar el brillo del cosmos de una forma sin precedentes. El estudio de estos resultados se publicó recientemente en The Astrophysical Journal.
Desde su posición en el Cinturón de Kuiper, una región lejana en los confines del sistema solar, la sonda New Horizons de la NASA ha escaneado los cielos más oscuros posibles. Esta localización única ha dado a los científicos de la NASA la oportunidad de realizar mediciones directas de la luz proveniente del universo, resolviendo así un enigma que ha desconcertado a la comunidad científica durante décadas.
Los científicos han intentado entender la naturaleza de otros fondos de radiación, y ahora, gracias a la New Horizons de la NASA, la luz visible ha sido medida con una claridad nunca antes alcanzada
La capacidad de la New Horizons para escapar de la interferencia lumínica del sistema solar interior ha sido clave en este avance. A medida que la nave de la NASA se aventuró más allá de Plutón y adentró en el Cinturón de Kuiper, su cámara de reconocimiento de largo alcance (LORRI) logró capturar imágenes del cosmos en condiciones casi perfectas, sin el ruido generado por la luz solar o el polvo interplanetario que afecta a los telescopios más cercanos a la Tierra.
Utilizando estos datos, los científicos de la NASA pudieron corregir las imágenes eliminando cualquier rastro de luz dispersa por el polvo galáctico, lo que les permitió medir con precisión el fondo óptico cósmico (COB), la cantidad total de luz visible en el universo. Este análisis reveló que la luz captada coincide con la generada por todas las galaxias a lo largo de la historia del universo, sin indicios de fuentes de luz desconocidas.
Este descubrimiento marca un hito en la cosmología y resuelve un misterio que data de la década de 1960, cuando los astrónomos Arno Penzias y Robert Wilson detectaron la radiación de microondas de fondo, un remanente del Big Bang. Desde entonces, los científicos han intentado entender la naturaleza de otros fondos de radiación, y ahora, gracias a la New Horizons de la NASA, la luz visible ha sido medida con una claridad nunca antes alcanzada.
Los resultados del estudio confirman que la oscuridad del universo es tal como se había anticipado. “Ahora tenemos una idea bastante precisa de lo oscuro que es realmente el espacio. Los resultados muestran que la gran mayoría de la luz visible que recibimos del universo se generó en galaxias”, explicó Marc Postman, astrónomo del Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial en Baltimore y autor principal del artículo publicado en The Astrophysical Journal.
Este logro de la New Horizons no solo valida teorías cosmológicas actuales, sino que también descarta la posibilidad de que existan fuentes de luz desconocidas que contribuyan al brillo del cosmos. Con cada nueva revelación, la sonda New Horizons de la NASA, que ya hizo historia al explorar Plutón, sigue ampliando nuestro conocimiento del universo de formas que apenas empezamos a comprender.