Las ampollas, los talones agrietados y las infecciones por hongos son 3 de los problemas más comunes que suelen padecer los pies en verano debido a un exceso de sudoración, a un cambio en el calzado y a los malos hábitos. Los expertos explican 6 reglas para mejorar el cuidado de los pies en la temporada más cálida del año.
La temporada de verano suele repercutir de manera negativa en la salud e higiene de los pies, lo que da lugar a la aparición de ampollas, deterioros en la piel —como la aparición de talones agrietados— y las infecciones —generalmente ocasionadas por hongos, como el pie de atleta o infecciones en las uñas—. Todo ello puede ocasionar otras consecuencias que pueden repercutir, incluso, en problemas de circulación si no se llevan a cabo los cuidados indispensables. Los expertos son conscientes de que en la mayoría de los casos no se presta la atención que se requiere a los pies, puesto que estos siempre van cubiertos, a diferencia de las manos, del rostro o del cuerpo en general. “Los pies suelen ser los grandes olvidados debido a que siempre van cubiertos, tanto en invierno como en la mayor parte del verano. Es por eso que están expuestos a una serie de problemas, como la aparición de infecciones, las callosidades, ampollas o problemas en los dedos de los pies”, matizan los especialistas.
Tal como recomiendan los podólogos, los pies —como cualquier otra parte del cuerpo— deben protegerse de la radiación solar en verano siempre y cuando vayan a ser expuestos. Por eso, aconsejan la aplicación de protector solar. Pero, no solo eso, los podólogos recomiendan prestar una mayor atención a la higiene “mucho mayor a la que se presta de manera habitual, ya que esto evitará infecciones”. Así mismo, hablan de la importancia de la hidratación en algunos casos para evitar las resequedades y los talones agrietados; de elegir un buen calzado, cómodo y bien ajustado; de controlar la sudoración excesiva, para evitar malos olores; y de cuidar de las uñas. Prestar atención a todas estas medidas, remarcan los especialistas y podólogos —como el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos—, servirá para para prevenir la mayoría de las afecciones de los pies, en un 70% de los casos.
Aplicación de crema solar para prevenir quemaduras
La zona del empeine de los pies es una de las más sensibles frente a la radiación solar, comentan los dermatólogos, razón por la cual resulta mucho más fácil que sufra quemaduras el sol. El motivo de ello se debe, en primer lugar, a que se trata de una zona con muy poca melanina, puesto que siempre permanece cubierta; y, en segundo lugar, a que la mayoría de las personas caen en el error de exponer los pies al sol sin haberlos protegido previamente. “Al igual que ocurre con cualquier otra zona del cuerpo que vaya a exponerse al sol, los pies también necesitan un protector solar”, comentan en sus comunicados. Para ello cualquier protector solar para el cuerpo puede funcionar, aunque el SPF —o Factor de Protección Solar— puede variar en función del tipo de piel de cada persona, detallan. Estos pueden adquirirse en las principales tiendas de belleza y cosmética, como PacoPerfumerias, que se especializa en la venta de todo tipo de productos del sector, como los solares —ya sean protectores solares, bronceadores, autobronceadores y aftersuns—.
La higiene de los pies, a tener siempre en cuenta
Los podólogos son conscientes de que la higiene de los pies es una de las principales desatendidas por la mayoría de las personas, puesto que no se le dedica la atención necesaria al tratarse de una zona que en la mayor parte del año va cubierta. Se trata de la regla número uno, según los especialistas, para evitar infecciones y otros problemas en la zona. Para ello, recomiendan que se sequen los pies perfectamente con la toalla y que se preste especial atención a los espacios entre los dedos y pliegues, para que no se acumule la humedad entre ellos.
Hidratación, todo sobre el cuidado de la piel de los pies
Los pies secos y agrietados son problemas que se ocasionan principalmente por una mala hidratación. La hidratación de los pies, resaltan los expertos, debe llevarse a cabo mediante la aplicación de una crema hidratante especial para pies. Para ello, debe realizarse un masaje que ayude a absorber la crema desde las uñas hasta el tobillo, prestando atención al metatarso y talón. Ahora bien, para los especialistas la hidratación de los pies debe realizarse también desde dentro. Es decir, bebiendo un litro y medio de agua o dos cada día. De esta forma se favorecerá no solo la hidratación de los pies, sino también la del cuerpo en general. “Muy necesaria en verano”, matizan.
Elección de un calzado cómodo
Tanto en verano como en invierno, y en el resto de temporadas del año, se debe adquirir un calzado cómodo. “Un buen calzado evitará las molestias, así como la aparición de ampollas o la pérdida de agilidad en las personas mayores”, indican. Los podólogos recomiendan renunciar o disminuir el uso de zapatos incómodos y, sobre todo, de tacones.
Controlar la sudoración para evitar la acumulación de bacterias en los pies
El problema de la sudoración es el principal causante de la aparición de bacterias y hongos en los pies, lo que puede ocasionar enfermedades como el pie de atleta o afecciones en las uñas. Para ello, los expertos recomiendan la utilización de desodorantes específicos para los pies, así como de talcos. Este último absorbe la humedad y la retiene, combatiendo los hongos y el mal olor que provocan las bacterias. Ahora bien, advierten que no todos los productos son igual de útiles y recomiendan que se opte por fórmulas testadas y marcas de calidad como las que se comercializan en las cosméticas especializadas. Recomiendan que se consulten las críticas y valoraciones de los negocios del sector dedicados a la venta de estos productos, como las que leemos aquí.
Las uñas, protectoras de los dedos de los pies
Las uñas protegen las terminaciones nerviosas de las extremidades en los dedos. Estas se componen de queratina, la cual aporta dureza a los dedos y evita que se deformen, y calcio. Es importante cuidar de ellas para evitar infecciones por hongos y bacterias, señalan los expertos. Así mismo, recomiendan cortarlas con frecuencia y correctamente para evitar que se encarnen. Para ello indican que el corte debe realizarse en línea recta y no redondeada. Así mismo, recomiendan no apurar demasiado y no cortar las cutículas para evitar encarnaciones e infecciones.