La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias informaba ayer de que el 92,7 por ciento de las dosis de vacunas contra la COVID-19 recibidas en el Archipiélago ya se han administrado a su población, en concreto 841.128 de las 907.380 obtenidas. Una cifra que a priori parece alta, pero que, si se analiza al resto de Comunidades Autónomas, las Islas continúan a la cola en el ritmo de inmunización.
El Ministerio de Sanidad publica este martes en su página web que el 25,6 por ciento de la población canaria ha recibido la primera dosis de cualquiera de los sueros disponibles contra el coronavirus. Además, el 12,3 por ciento ya ha completado el proceso de vacunación. Porcentajes situados por debajo de la media nacional si se compara con el 39,4 por ciento de Galicia o el 37,8 por ciento de Castilla y León, cuyos residentes han recibido al menos una dosis, según recogen las últimas estadísticas del 17 de mayo.
Tan solo cuentan con peores cifras las ciudades de Ceuta y Melilla, con un 24,8 y un 21,5 por ciento respectivamente en primeras dosis. En alusión a la inoculación total, por debajo del Archipiélago se encuentra Baleares (11,6 por ciento), Ceuta (9,9 por ciento) y Melilla (8,6 por ciento).
Ahora, con los datos sobre la mesa, la pregunta sería: ¿recibe Canarias un número inferior de dosis?; ¿necesitan las Islas más remesas por parte del Ejecutivo central? La Consejería ha anunciado este martes que los residentes de Tenerife y Gran Canaria de más de 55 años, que no hayan sido llamados, pueden contactar con el 012 para concertar su cita. El objetivo principal continúa siendo vacunar cuanto antes a los colectivos más vulnerables, tal y como recoge la Estrategia de Vacunación contra la COVID-19. Sin embargo, al ritmo actual, ¿llegará realmente Canarias a la ansiada inmunidad de rebaño a finales de verano?