El verano astronómico, que comenzará este sábado a las 23.44 horas, en la Península será probablemente más cálido de lo normal en la mitad sur y los archipiélagos balear y canario y, en cuanto a precipitaciones será más seco de lo habitual en toda España, después de la cuarta primavera más cálida desde que hay registros que, sin embargo, ha sido un 37 por ciento más lluviosa de lo normal, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
En la rueda de prensa estacional de la AEMET, la portavoz Beatriz Hervella ha señalado que, sin embargo, no hay una señal clara sobre como se comportarán las temperaturas en la mitad norte este verano, por lo que no se puede precisar si se espera que sea normal, más fresca o más calurosa.
Por su parte, el portavoz Rubén del Campo, ha analizado el carácter de la primavera y de los cinco primeros meses del año que han supuesto «el arranque de año más caluroso desde que hay registros», algo que confía en que pueda «solucionar» el mes de junio que está siendo un «oasis» en cuanto a las temperaturas, ya que en su conjunto, estos primeros 19 días registran una anomalía térmica de un grado centígrado más frío de lo normal.
De hecho, ha subrayado que si finalmente el mes de junio termina con un carácter normal o algo más frio de lo normal, será la primera vez que un mes logra ese carácter desde abril de 2019.
Junio ha tenido el periodo más largo de este año 202 con el número de días con una media más fresca respecto al valor normal y aunque de media ha sido 1ºC más fría en el conjunto del país, la anomalía térmica negativa en el norte es incluso superior.
Sin embargo, el portavoz ha adelantado que ese «oasis térmico» va a terminar «brúscamente» ya que en los próximos días subirán las temperaturas y se alcanzarán por primera vez este año los 40ºC en capitales del valle del Guadalquivir como Córdoba y Sevilla. «Será un episodio de temperaturas altas duraderas pero no serán tan altas como para hablar de ola de calor, aunque probablemente disipará esta anomalía térmica negativa acumulada en este mes», ha comentado en la rueda de prensa.
CUARTA MÁS CÁLIDA
En concreto, Del Campo ha dicho que la primavera meteorológica, es decir los meses de marzo a mayo, ha sido «muy cálida», con una temperatura media de 15,2ºC, que es 1,5ºC más cálida de lo normal para ese periodo, que se sitúa ya como la cuarta primavera más cálida en 55 años, por detrás de las de 20117, 2011 y 1997, y la tercera más cálida del siglo.
El portavoz ha destacado que las temperaturas mínimas fueron muy altas, algo que en parte se podría justificar porque los cielos han estado más cubiertos de lo normal, lo que conduce a que por la noche no se enfríen tanto los termómetros. De hecho, esta ha sido la primavera con mayor temperatura media de las mínimas desde 2011.
Por zonas, la estación fue entre muy cálida y extremadamente cálida en la mitad norte de la Península, mientras que en la mitad sur fue entre cálida y muy cálida, con algunas pequeñas zonas en el norte de Extremadura, el sureste de Castilla-La Mancha, el interior de Murcia y la
costa de Cádiz donde fue normal. En Baleares resultó entre muy cálida y extremadamente cálida, mientras que en Canarias mostró un carácter muy variable de unas zonas a otras, resultando en conjunto cálida.
El portavoz ha añadido que donde más altas fueron las anomalías es en el noroeste de Castilla y León, donde incluso se registraron hasta más de 3ºC por encima de los valores climatológicos normales, mientras tuvieron anomalías de 2ºC en la mayor parte de Galicia, interior de Asturiasm Cantabria, norte y centro de Castilla y León, País Vasco, mitad norte de Navarra y en zonas de los Pirineos, sistema Ibérico y sistema
Central. En el resto del territorio la anomalía fue de 1ºC.
De este modo, la anomalía media de las máximas fue de 1,2ºC mientras que la anomalía de las mínimas fue de 1,8ºC, por lo que la oscilación térmica fue 0,6ºC inferior a la normal.
VALORES RÉCORD
Estas anomalías han dado lugar a que en 11 estaciones principales la temperatura media de la primavera fue la más alta desde que hay registros y en 27 estaciones se registró la media de las temperaturas mínimas más alta e incuso en Palma de Mallorca, la temperatura media de las máximas fue la más alta de toda la serie.
El portavoz ha explicado también que, por mese, marzo tuvo un carácter «cálido» (0,5ºC más); abril fue «muy cálido», con 1,4ºC más, mientras que mayo resultó «extremadamente cálido», con una temperatura 2,7ºC que lo convierte en el mayo más cálido desde que se analizan los datos, en 1965 y que supera en 0,2ºC al mayo de 2015, que hasta ahora era el más cálido de la serie.
En mayo, incluso hubo anomalías cercanas a 4ºC en el interior de Galicia, noroeste de Castilla y León así como en puntos del Pirineo de Huesca y Lérida.
El portavoz ha subrayado la «frecuencia» de los distintos episodios cálidos de esta primavera y se ha referido al registrado entre los días 8 y 15 de marzo y el que se extendió desde el 5 de abril al 9 de mayo y entre los días del 19 al 31 de mayo.
De hecho, a finales de mayo se alcanzaron 38ºC en Córdoba aeropuerto, 37,5ºC en Sevilla aeropuerto y se contabilizaron varios récord de temperaturas máximas en diferentes observatorios a lo largo del trimestre.
Del Campo se ha referido también a las noches tropicales, con mínimas muy cálidas a principios de mayo en el Mediterráneo, unos días en los que en Almería se alcanzaron 36ºC y «pulverizó» por más de 2ºC la máxima del mes en ese observatorio.
También hubo un «breve» episodio frío entre el 6 y el 8 de marzo y otro, «más prolongado» entre los días 20 de marzo al 3 de abril, cuando se dieron temperaturas bajas generalizadas acompañadas por nevadas en el norte y centro peninsular.
Respecto a las precipitaciones, el portavoz ha detallado que en su conjunto fue «muy húmeda», con un valor de 237 litros por metro cuadrado que supone un 37 por ciento más de lo normal. Así, Del Campo concluye que esta ha sido la octava primavera más lluviosa desde 1965 y la quinta más lluviosa en lo qu eva de siglo.
En concreto, ha indicado que marzo y abril fueron muy húmedos, mientras que mayo resultó normal y por zonas, resultó húmeda o muy húmeda en gran parte de la Península, en la ciudad autónoma de Ceuta, en pequeñas zonas de Canarias y llegó a ser «extremadamente húmeda» en Cádiz, oeste de Cáceres, algunos puntos de Barcelona, sur de Navarra y norte de Murcia, y en una extensa área que abarca el sur deAragón y parte de las provincias de Castellón, Cuenca y Guadalajara.
Por el contrario, fue seca en el noroeste de Galicia y en algunas pequeñas áreas de las regiones cantábricas y en el sur de Canarias. En gran parte del tercio este, La Rioja, este de Madrid, Castilla-La Mancha, centro de Castilla y Léon, Extremadura, sur de Andalucía y Baleares llovió un 50 por ciento más. Incluso llovió el doble de lo normal en el oeste y sur de Aragón, sur de Navarra, entorno de Barcelona, provincia de Castellón e interior de la comunidad valenciana, oeste de la provincia de Cáceres y litoral de Cádiz.
Mientras, en Galicia, regiones cantábricas, Canarias occidentales y en áreas de Ibiza y Menorca las lluvias se quedaron por debajo de sus volúmenes habituales.
Por meses, marzo fue un 95 por ciento más lluvioso de lo normal; abril también muy húmedo, con un 40 por ciento más de lluvias mientras que mayo se quedó un 11 por ciento por debajo del valor normal. El valor más alto de precipitación registrada en un solo día se observó en Castellón-Almassora el 31 de marzo, cuando se recogieron 150 litros por metro cuadrado.
Finalmente, el portavoz se ha referido también al carácter tormentoso de esta primavera, la cuarta con mayor número de descargas asociadas a rayos de este siglo y que ha tenido un número de días de tormenta superior a la media, sobre todo en el centro y en el norte peninsular.