Un significativo hallazgo ha sacudido el mundo paleontológico. Científicos españoles han identificado una nueva especie de dinosaurio saurópodo, que caminó por la Península Ibérica hace unos 122 millones de años. Este monumental descubrimiento, divulgado en la Revista Zoológica de la Linnean Society, se produjo en Morella, un municipio perteneciente a la provincia de Castellón, en la Comunidad Valenciana. Según la investigación, este coloso del Cretácico Inferior alcanzaba los 10 metros de altura.
Si deseamos imaginar la imponente estatura de esta criatura prehistórica, debemos evocar la emblemática escena inicial de «Jurassic Park» de 1993, donde el doctor Alan Grant se queda perplejo al observar a un braquiosaurio desplazándose por las laderas de una isla. El paleontólogo José Miguel Gasulla, compara a «Garumbatitan morellensis», nombre con el que se ha bautizado a este nuevo saurópodo, con aquel titán de la cinematografía.
Este hallazgo incrementa la lista de especies de dinosaurios descubiertas en Valencia, siendo el sexto. Sorprendentemente, cinco de estas especies se encontraron en Morella. Esta riqueza fósil subraya la importancia de la región montañosa castellonense de Els Ports, que ostenta uno de los más destacados registros fósiles del Cretácico Inferior en Europa.
El Garumbatitan morellensis era un herbívoro cuadrúpedo que se estima podía consumir entre 30 y 40 kilogramos de vegetación diaria. Gracias a su extenso cuello y cola, es considerado uno de los dinosaurios más imponentes descubiertos hasta la fecha, según los expertos Gasulla y Francisco Ortega, del Grupo de Biología Evolutiva de la UNED, quienes han colaborado en esta investigación en Morella. El majestuoso nombre de este dinosaurio, Garumbatitan, hace alusión al lugar donde fue hallado, a los pies de la Muela de la Garumba, un pico característico de Els Ports, mientras que «morellensis» refiere al municipio donde se sitúa el yacimiento.
El análisis fue liderado por Pedro Mocho, de la Universidad de Lisboa, y en él colaboraron especialistas de múltiples instituciones como el Instituto Catalán de Paleontología, el Museo de Ciencias Naturales de Valencia, entre otros.
Los fragmentos fósiles analizados, descubiertos entre 2005 y 2008, dan una idea del vasto tamaño del dinosaurio. Con vértebras de un metro, un fémur de dos metros, y costillas igualmente extensas, este dinosaurio es único. Además, sus pies articulados, raros de encontrar en el registro fósil, y su especial morfología, lo distinguen de otros saurópodos.
Garumbatitan morellensis se incorpora a la larga lista de saurópodos del Cretácico Inferior conocidos en la Península Ibérica, particularmente como uno de los miembros más primitivos del grupo Somphospondyli, una de las agrupaciones más variadas del Cretácico Inferior.
Los investigadores, a través de este estudio, también han trazado conexiones evolutivas de los saurópodos ibéricos con especies de Asia, América del Norte y África, sugiriendo intercambios faunísticos entre estos continentes.
El descubrimiento arroja luces sobre los ecosistemas del Cretácico Inferior, siendo uno de los objetivos de la investigación en Morella. La región, con un estuario y rodeada de montañas, fue el hogar de Garumbatitan morellensis, que se cree vagó por extensas áreas boscosas, alimentándose de la abundante vegetación. Se espera que futuras investigaciones aporten más datos sobre estos colosos prehistóricos, ya que alrededor del 60% de los fósiles aún están por descubrir.
Gasulla concluye con humor, utilizando un refrán regional «tota pedra fa paret» (cada piedra forma un muro) para describir la trascendencia de este hallazgo. Con Garumbatitan morellensis, los investigadores han añadido otra piedra a ese muro paleontológico en construcción. Con esperanza y determinación, continuarán su búsqueda para completar este fascinante rompecabezas prehistórico.