El Instituto Geográfico Nacional ha registrado al norte de la isla de Tenerife un terremoto de magnitud 3.6 durante la madrugada del 14 de mayo de 2025. El movimiento sísmico, localizado en el Atlántico cercano a las costas septentrionales de Tenerife, tuvo lugar a las 03:07, hora local, con una profundidad estimada de 39 kilómetros. El evento, identificado con el código es2025jjflg, ha generado un nuevo foco de atención en la vigilancia sísmica de Tenerife, una isla que históricamente ha mostrado cierta actividad sísmica asociada a su origen volcánico.
El epicentro se situó al norte del litoral de Tenerife, en una zona del océano Atlántico conocida por su actividad geológica moderada. Aunque el terremoto no ha producido daños materiales ni personales, sí ha sido detectado por los sistemas de monitorización del IGN, que han destacado su magnitud como relevante dentro de la actividad sísmica habitual de Tenerife. La población de Tenerife, aunque no reportó un número significativo de llamadas de alerta, ha mostrado en redes sociales inquietud por este tipo de episodios que, aunque no excepcionales, refuerzan la necesidad de estar preparados ante fenómenos naturales de origen tectónico.
Los pequeños terremotos en Tenerife y Canarias son normales por la actividad volcánica
Tenerife, como parte del archipiélago canario, se encuentra sobre una región de la corteza oceánica donde la actividad volcánica ha moldeado su paisaje durante millones de años. El seguimiento sísmico en Tenerife forma parte de un plan integral de vigilancia en el que colaboran diversos organismos científicos nacionales y regionales para garantizar la seguridad y la información de los residentes y visitantes de la isla. Este nuevo sismo, aunque de baja intensidad perceptible en superficie, se suma a otros eventos menores registrados en los últimos meses en torno a Tenerife, especialmente en zonas cercanas al Teide y al norte de la isla.

El IGN mantiene en observación constante los datos procedentes de la red de sensores sísmicos distribuidos en Tenerife y en el resto de las Islas Canarias. Este seguimiento detallado es crucial para detectar cualquier variación significativa que pueda indicar una reactivación volcánica o movimientos tectónicos de mayor magnitud en el futuro. La magnitud 3.6 registrada este miércoles en el entorno norte de Tenerife se considera dentro de los parámetros esperados, pero su localización y profundidad refuerzan el interés científico en la evolución geodinámica de la región de Tenerife.