La localidad de Güímar, en Tenerife, ha experimentado este sábado un sismo de magnitud 3.3, según el reporte del Instituto Geográfico Nacional (IGN). El temblor, que tuvo una intensidad de nivel II, se registró a las 13:41 horas a una profundidad de aproximadamente 28 kilómetros.
Este evento sísmico se suma a otros dos detectados el mismo día por el IGN en el área comprendida entre las islas de Gran Canaria y Tenerife. Uno de estos sismos se localizó al noroeste del municipio tinerfeño de Fasnia, a una profundidad de 8 kilómetros. El otro temblor se detectó al noroeste de Gáldar, en Gran Canaria, con una profundidad de 11 kilómetros.
El sismo en Güímar, aunque de baja intensidad, ha sido suficiente para ser percibido por los habitantes de la zona. Las autoridades locales y los servicios de emergencia se han mantenido atentos, aunque no se han reportado daños materiales ni personales. La población ha mostrado cierta preocupación, aunque los expertos han llamado a la calma, subrayando que estos eventos son relativamente comunes en la región debido a su naturaleza volcánica.
Los terremotos registrados en Tenerife los más grandes
El IGN, organismo encargado de la vigilancia sísmica en España, ha señalado que la actividad sísmica registrada este sábado entra dentro de la normalidad para las Islas Canarias. La región, situada sobre una zona de actividad tectónica moderada, experimenta regularmente temblores de baja y media intensidad. Esta actividad sísmica es monitoreada constantemente para asegurar la seguridad de los habitantes y prevenir cualquier eventualidad mayor.
En relación a los otros dos sismos detectados entre Gran Canaria y Tenerife, el IGN ha detallado que el temblor al noroeste de Fasnia fue de menor magnitud y se produjo a una menor profundidad, lo cual generalmente implica una menor percepción en superficie. Similar situación se presentó con el sismo registrado al noroeste de Gáldar, que también fue de una magnitud baja y no ha causado alarma entre la población.
Los sismólogos han indicado que la profundidad a la que se producen estos movimientos es un factor clave para determinar su impacto en la superficie. Los sismos más profundos, como el de Güímar, tienden a ser menos perceptibles que los superficiales, aunque pueden abarcar un área más amplia. Por el contrario, los temblores a menor profundidad, como los de Fasnia en Tenerife y Gáldar en Gran Canaria, aunque suelen sentirse más intensamente en la zona inmediata, tienen un alcance más limitado.
La comunidad científica sigue estudiando estos fenómenos desde Tenerife para mejorar la predicción y comprensión de los sismos en la región. Las Islas Canarias, por su naturaleza geológica, ofrecen un campo de estudio importante para los investigadores. Los datos recopilados por el IGN y otros organismos permiten elaborar mapas de riesgo y desarrollar planes de contingencia más efectivos para proteger a la población.
Mientras tanto, las autoridades locales de Tenerife recomiendan a los ciudadanos estar informados y preparados para cualquier eventualidad. Aunque los sismos de baja magnitud no suelen causar daños, es importante seguir las recomendaciones de protección civil y mantenerse alerta ante posibles réplicas o movimientos sísmicos futuros.
La población de Güímar en Tenerife y las áreas circundantes continúan con sus actividades diarias, conscientes de la actividad sísmica, pero confiadas en los sistemas de monitoreo y prevención implementados. La información continua y precisa proporcionada por el IGN y otros organismos es vital para mantener la seguridad y tranquilidad en esta región volcánica.
El sismo de 3.3 en Güímar en Tenerife, junto con los otros dos movimientos sísmicos registrados, destacan la constante vigilancia y la importancia de la preparación ante estos fenómenos naturales en las Islas Canarias.