La Fiscalía Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha recogido estos días una serie de relatos que acusan a un vecino del municipio tinerfeño de La Victoria de Acentejo de presuntos abusos sexuales a menores de edad. Unos hechos, cuando menos repulsivos, que ocurrieron durante un prolongado periodo de tiempo, tal y como recoge este jueves la COPE.
Según el Ministerio Fiscal, el hombre aprovechaba las visitas que realizaba a su hija por acuerdo judicial para someterla a «tocamientos de naturaleza sexual y penetraciones digitales y vaginales». Los supuestos sucesos tenían lugar «en el coche del procesado o en la oficina que el procesado tenía en la parte alta de la vivienda familiar».
«Masajeaba su zona genital, le quitaba la ropa o consumaba la penetración vaginal«, entre otros abusos sexuales. Incluso, continúa el fiscal, «hacía a la menor ver vídeos de contenido pornográfico, pidiéndole que se comportara como los personajes femeninos de los vídeos». El acusado siempre le recordaba a la víctima que lo que hacían tenía que ser un secreto entre ellos.
Con el paso del tiempo y conforme la niña cumplía años, «el procesado, con la finalidad de anular su voluntad, comenzó a utilizar benzodiazepinas, con efectos hipnóticos, que le disolvía en la bebida sin su conocimiento. Así logró penetrarla vaginalmente en al menos dos ocasiones: una a mediados de 2017 y otra a mediados de 2019”.
La Fiscalía solicita un total de 42 años de prisión por tres delitos continuados de abuso sexual a una menor de 16 años. Además, el varón deberá indemnizar con 130.000 euros a las víctimas».