Este sábado y domingo, Canarias experimentará una jornada climática que dista mucho de su habitual estampa de sol y temperaturas amenas, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Las islas se verán envueltas en una atmósfera dominada por precipitaciones que, aunque generalmente serán leves, podrían alcanzar intensidades moderadas en las horas nocturnas. Este cambio en el clima viene acompañado por una notable caída en las temperaturas máximas y por fuertes rachas de viento del noroeste, configurando un escenario que rompe con la cotidianidad de la vida insular.
El mar, en consonancia con la inestabilidad atmosférica, presentará condiciones desafiantes para la navegación. Las previsiones indican un estado de marejada a fuerte marejada, especialmente pronunciado en las costas norte y sur, con olas que podrían alcanzar los 2 a 3 metros de altura debido a un mar de fondo creciente. Estas condiciones marítimas son un recordatorio de la fuerza de la naturaleza y la necesidad de precaución para aquellos que planeen realizar actividades en el mar durante este periodo.
EL TIEMPO EN CANARIAS
Analizando la situación por islas, se observa una diversidad en las condiciones meteorológicas esperadas, aunque todas ellas se alinean bajo la influencia de un clima más fresco y ventoso. Lanzarote, por ejemplo, verá cómo los cielos nubosos predominan, especialmente durante las primeras horas del día, con la posibilidad de lluvias que, aunque en su mayoría serán débiles, podrían intensificarse localmente. El viento, marcando la tónica del día, será del noroeste, con intervalos en los que su fuerza será especialmente notable.
Fuerteventura seguirá un guion similar al de Lanzarote, con intervalos nubosos y precipitaciones que podrían ser moderadas en áreas concretas de la isla durante la noche. La dinámica del viento, proveniente del oeste-noroeste, aportará un elemento adicional de incertidumbre, especialmente en zonas interiores.
Gran Canaria se enfrentará a una jornada de cielos parcialmente nublados, con una ligera probabilidad de lluvias en las medianías del norte. Las temperaturas experimentarán un descenso, en particular las máximas, y el viento del noroeste estará presente durante gran parte del día, con rachas que podrían ser significativamente fuertes.
Tenerife, la isla más grande del archipiélago, no quedará al margen de estas condiciones adversas. Se anticipan intervalos nubosos, con una mayor probabilidad de lluvias en el norte, especialmente durante la madrugada y las primeras horas del día. El viento, que soplará desde el oeste y girará al noroeste, podría alcanzar velocidades considerables, especialmente en las zonas más elevadas de la isla.
La Gomera y La Palma también sentirán el impacto de este cambio climático, con nubes y lluvias dispersas que se esperan sean generalmente leves. El viento, siguiendo el patrón general, aportará momentos de intensidad en cumbres y medianías.
El Hierro, aunque compartirá muchas de las características climáticas de sus vecinas, destacará por la presencia de rachas de viento del noroeste que podrían ser particularmente fuertes en las cumbres y en las vertientes este y sur de la isla.
AVISOS DE LA AEMET EN CANARIAS
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha ampliado los avisos amarillos emitidos este jueves y que afectarán este viernes y sábado a cinco islas de Canarias, en lugar de solo a tres, como se estableció en un principio. Se trata de un aviso por viento que afectará a zonas de Tenerife, La Gomera, El Hierro, Lanzarote y Fuerteventura.
Este escenario meteorológico, que abarca desde lluvias y descenso de temperaturas hasta fuertes vientos y condiciones marítimas complicadas, pone de manifiesto la variabilidad del clima en Canarias. A pesar de ser un destino conocido por su clima templado durante todo el año, estas islas no están exentas de enfrentar días en los que las condiciones climáticas ponen a prueba la resiliencia de sus habitantes y la capacidad de adaptación de los visitantes. La preparación y precaución serán claves para navegar esta jornada de cambios, recordando que la naturaleza, en su imprevisibilidad, nos invita a respetar sus ritmos y a adaptarnos a sus señales.