La producción de aguacates en Canarias es un elemento crucial en la economía agrícola de las islas. Sin embargo, un factor que preocupa a los productores locales es la entrada de aguacates marroquíes al mercado español. Marruecos ve en esta oportunidad una manera de aumentar sus exportaciones de aguacates a España, lo que podría afectar significativamente al consumo de aguacates canarios y poner en peligro la economía local.
Los primeros envíos de aguacates procedentes de Marruecos ya han llegado a España. Esta fruta, que es conocida como «la de la fertilidad» según los antiguos aztecas, ha comenzado su distribución en nuestro país.
Mehdi Benchekroun, exportador marroquí de frutas y CEO de DMB & Co, ha señalado que las frutas están casi listas para ser recolectadas a gran escala, ya que solo falta que «alcanzen los niveles de grasa adecuados». Benchekroun también ha informado que las primeras cosechas en Lucus, una región de Marruecos, están programadas para esta semana. La campaña de cosecha se extenderá hasta mayo de 2024.
Los informes iniciales son alentadores para la industria agrícola de Marruecos, ya que tanto la cantidad como la calidad del producto son «muy satisfactorios». Esto sugiere que la temporada de aguacates en Marruecos será excepcionalmente buena.
A pesar de algunas pérdidas causadas por vientos cálidos conocidos como «chergui» que ocurrieron en julio, las condiciones climáticas generales en Lucus han sido favorables para la cosecha de aguacates. Aunque algunos pequeños productores se han visto afectados, los árboles de aguacate de más de cinco años de edad han producido frutos de gran tamaño y excelente calidad.
Hasta el momento, los precios de los aguacates no se han establecido oficialmente, lo que ha llevado a muchos productores a esperar antes de vender sus cosechas, en busca de mejores precios, como ocurrió en temporadas anteriores. Sin embargo, existe un desafío adicional: la competencia de otros exportadores de aguacates.
Marruecos no es el único país que busca exportar aguacates a España. Esta competencia en el mercado podría generar presión sobre los precios y afectar la rentabilidad de los productores locales. Por lo tanto, los agricultores canarios enfrentan un doble desafío: no solo deben lidiar con la entrada de aguacates marroquíes, sino que también deben competir con otros exportadores que buscan ganar una cuota en el mercado español.