El Archipiélago Canario ha vivido un verano para los libros de récords en términos de temperaturas, y según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el calor no da señales de ceder a medida que avanzamos hacia el otoño.
Según el balance climático presentado por el delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, y el delegado territorial de la Aemet en Canarias, David Suárez, este verano ha sido el más caluroso registrado en Canarias desde que se mantienen registros meteorológicos. Las temperaturas han superado todos los límites establecidos en las últimas décadas.
El archipiélago ha experimentado un verano clasificado como «muy cálido» o incluso «extremadamente cálido», con una temperatura media de 23,4 grados Celsius. Esto representa una anomalía de 1,6 grados por encima del valor habitual en comparación con el período de referencia de 1991-2020. Para ponerlo en perspectiva, este ha sido el verano más caluroso desde 1961.
David Suárez proporcionó datos impactantes al señalar que la temperatura más alta registrada en Canarias durante este verano alcanzó los 46,2 grados Celsius en Tacorón, en la isla de El Hierro, el 12 de agosto.
Durante la temporada estival, Canarias enfrentó dos olas de calor, una que ocurrió del 10 al 14 de agosto y otra del 20 al 24 de agosto. Estos eventos elevaron las temperaturas por encima de los 40 grados en todas las islas. Además de estas olas de calor, se registraron dos episodios cálidos, uno en junio y otro en julio.
En términos de precipitaciones, este verano ha tenido un carácter muy húmedo, con una acumulación de 20,7 milímetros de lluvia. Esto lo convierte en el segundo verano más lluvioso después de 2015.
Mirando hacia el otoño, David Suárez observó que los modelos de predicción estacional sugieren una alta probabilidad, superior al 70%, de que el otoño en Canarias sea más cálido de lo normal. Sin embargo, también existe la posibilidad, con un 40% de probabilidades, de que la estación sea más lluviosa de lo habitual en el archipiélago.
Estas condiciones climáticas excepcionales están siendo monitoreadas de cerca por los científicos y las autoridades meteorológicas, ya que plantean desafíos significativos para la gestión de los recursos hídricos y la adaptación a las cambiantes condiciones climáticas en la región. La población canaria y los visitantes deben estar preparados para un otoño que podría traer consigo temperaturas más cálidas de lo esperado y la posibilidad de lluvias inusuales.