El sector de la influencia llegó hace unos años para quedarse, pese a quien le pese. No obstante, como todo lo nuevo, aún son muchos los entresijos que aguarda el mundillo. ¿Visibilizar la publicidad? ¿Qué ocurre con los menores en redes sociales? Y, entre tanto vaivén, son muchos los que se aprovechan.
El restaurante La Chachi, ubicado en Santa Cruz de Tenerife, ha reconocido este viernes haber sido víctima de una popular influencer que, mediante un mensaje de texto rebuscado y elaborado, prometió el oro y el moro. “La influencer PAWGLI nos trancó. El pasado 10 de agosto intercambiamos un almuerzo para ella a cambio de difusión… y hasta la fecha”, publica en su perfil de Instagram el citado local, junto a la conversación previa entre ambas partes interesadas (claramente, una más que otra).
El establecimiento afectado ha declarado a DIARIO DE AVISOS que “nunca realizamos este tipo de acuerdos, pero comprobamos que la chica tenía más de 130.000 seguidores y nos animamos a probar”. Pese a que ella sí se presentó en La Chachi junto a otra persona, las publicaciones prometidas de palabra nunca llegaron… ¡hasta hoy! Día en que los responsables del local santacrucero contaron los sucedido. “La influencer publicó esta misma mañana las imágenes del almuerzo, pero, debido a los comentarios negativos, acabó borrándolas”, afirman.
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Ahora, la denominada en redes sociales PAWGLI, que efectivamente cuenta con miles de seguidores, está dispuesta a pagar la factura de la comida mediante la aplicación Bizum, pero desde La Chachi piden un justificante médico porque, al parecer, ha estado enferma durante todo este último mes. El total de la cuenta no es significativo, ya que ronda los 50 euros. Lo que sí es relevante es la estafa fácil a la que supuestamente acostumbra.
Y es que La Chachi no ha sido la única casa de comidas damnificada. A menos de 20 minutos a pie, el Kocora Café también ha confirmado a este periódico haber recibido el mismo mensaje, calcado, de la joven. “Le contestamos que estábamos encantados porque tenía bastantes seguidores en Instagram”, explican en una conversación telefónico. De hecho, “nos prometió que compartiría fotografías y vídeos al día siguiente por la noche porque tenía audiencia máxima”. Aunque pasaron los días y el deseado feedback tampoco llegó.
“Al principio creímos que no le había gustado la comida, pero después de enterarnos de lo sucedido con La Chachi, nos hemos dado cuenta del negocio”, admite entre risas uno de los responsables del establecimiento hostelero situado en la capital tinerfeña. En esta ocasión, el importe apenas supera los 50 euros, ya que, según indican, “no fueron de cara duras”.
A pesar de que no tenemos confirmación al respecto, se cree que otros negocios pudieron haber sido timados a través del mismo modus operandi, entre ellos, una empresa de motos de agua ubicada en el sur de Tenerife. ¿Habrá invertido algo la afamada influencer en la Isla o se trataría de dos casos aislados?