Un ganadero de Asturias ha sido sancionado porque una de sus vacas, Carmina, mugía «demasiado alto» ya que la policía considera que excedía en 20 el número de decibelios permitido. El hombre tendrá que pagar 300 euros.
Todo fue culpa de sus vecinos que fueron los que llamaron a las autoridades por el ruido, con la consiguiente multa para el ganadero. Ahora, el programa ‘Ya es Mediodía’ decidió recoger la historia y entrevistar al dueño de la vaca, que trató de explicar lo ocurrido: «Tuvimos que sacrificar a la madre, pero ahora Carmina ya está tranquila y no hay ningún problema con ella».