Pablo Iglesias anunció hace unos días su dimisión tras los resultados de Podemos en las elecciones de la Comunidad de Madrid. El que fuera líder del partido morado anunció su marcha de la política, por lo que no recogerá su acta de diputado en la Asamblea de Madrid, circunstancia que le permitirá seguir cobrando la indemnización de exvicepresidente de 5.316,4 euros durante los 13 próximos meses.
Esta remuneración tan cuantiosa es totalmente incompatible con el desempeño de cualquier otro cargo, tanto público como privado. Al no recoger el acta, Iglesias sí podrá seguir ingresando dicha cantidad, incumpliendo así el código ético de la formación, creado por él mismo, que en su artículo 12 establece que los cargos públicos del partido no percibirán «ninguna remuneración ni cesantías de ningún tipo una vez finalizada su designación en el cargo».
Además de esta indemnización, el marido de Irene Montero también mantendrá nueve escoltas que velarán por su seguridad en los próximos meses. Los agentes han sido designados por el Ministerio del Interior para su protección personal.
Iglesias y Montero compraron una vivienda, que fue reformada en 2002, por unos 600.000 euros, pero los promotores inmobiliarios de la zona aseguran que su precio rondaba el millón de euros.