Los hechos tuvieron lugar minutos después de las cuatro de la mañana en Playa Honda, término municipal de Arona, cuando un varón británico alertó a los agentes de que una mujer se había adentrado en el mar y se encontraba en apuros.
De inmediato, los funcionarios se dirigieron a la zona indicada a tiempo de ayudar a otro varón que, con claros signos de agotamiento, intentaba sacar del agua por una zona rocosa a la turista, que no presentaba señales de vitalidad.
Mientras llegaban los sanitarios, los policías se pusieron manos a la obra con las tareas de reanimación, que dieron respuesta de forma parcial dado que la joven al poco empezó a expulsar agua y a vomitar, pero perdía constamente el conocimiento y daba señales evidentes de extrema debilidad, para mayor dramatismo de los hechos.
La llegada de otros dos policías facilitó las cosas dado que pudieron trasladarla desde la zona rocosa hasta el paseo marítimo, donde finalmente se logró estabilizar a la mujer, que resultó ser una turista británica de 25 años de edad que se alojaba en el hotel situado frente al escenario del suceso, y quién reconoció no recordar por qué puso en juego su vida introduciéndose en el océano sola y a esas horas tan intempestivas.
En cuanto a sus compatriotas, cuya intervención fue igualmente fundamental para el feliz desenlace, son dos varones de la misma nacionalidad y, el que la sacó del agua, se identificó con documentación militar del Reino Unido. Se desconoce si se conocían de antes, pero al parecer no es así.