Desperdiciar comida es algo que tenemos que evitar a toda costa, una de las maneras para no tirar la comida es la congelación para que aguante más tiempo. La congelación es una técnica perfecta para conservar los alimentos durante más tiempo y evitar así el desperdicio innecesario de comida. Sólo unos pocos alimentos se resisten un proceso de congelación a -19 °C, ya que esta es la temperatura idónea para mantener la comida en buen estado en nuestro congelador.
Sin embargo, hay ciertos productos que no deberían congelarse según los expertos, pues este proceso de enfriado empeora su textura, su sabor, su aroma o incluso se estropean tras descongelarse para empezar a consumirlos.
Uno de los alimentos que solemos tirar y nunca congelar son los huevos. La Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA, por sus siglas en inglés) indica en su web oficial que los huevos sí pueden congelarse sin ningún problema. No obstante, no lo aconseja en algunos casos específicos a los consumidores. No se deben congelar cuando se trata de huevos con cáscara y, en el caso de que se haga, deberían consumirse inmediatamente después de descongelarlos sin esperar más de unas pocas horas en la nevera. Tampoco se pueden congelar, según la FDA, los huevos duros aun que esto muy poca gente lo sabe.
Resumiendo un poco y para que quede claro, si que queramos congelar huevos crudos, debemos hacerlo sin cáscara, batiendo las claras y las yemas juntas antes de meter en el congelador. Es posible congelar las yemas y las claras por separado, pero las yemas, si se congelan sin batir, al descongelarse quedarán gomosas, no vuelven a ser líquidas.