Pedir un préstamo o un crédito por internet es un acto que está ganando más y más frecuencia poco a poco. En tiempos complicados, como los actuales y los que amenazan con venir, es normal que en los hogares se empiece a plantear la posibilidad de acudir a entidades online con el fin de afrontar algún gasto elevado o poder ganar algo de oxígeno frente a unas cuentas que no salen se miren por donde se miren.
Eso, sumado a la propagación de internet y la mayor familiaridad con las nuevas tecnologías, ha hecho que las personas poco a poco descubran la figura de los créditos online. Productos económicos pensados, a priori, para hacer las cosas más sencillas en este ámbito, aunque a veces con unas características que dan de todo menos soluciones.
¿Qué puede encontrarse en internet una persona que busque créditos en línea? Además de mucho intento de estafa, también puede dar con numerosas financieras fiables que abran un enorme despliegue de productos. Es importante conocerlos para no caer en engaños, como también para ser conscientes de las limitaciones y consecuencias que conlleva recurrir a cualquiera de ellos.
¿Qué tipos de créditos online hay?
La variedad es algo que caracteriza bastante a este sector tan vinculado a la economía y las finanzas. Las financieras online han apostado todo a la variedad, dejando a veces la calidad a un lado y ofreciendo algunas características dudosas cuanto menos. Pero, gracias a ese esfuerzo por ampliar miras, han conseguido que haya productos adecuados para todo tipo de consumidores.
Las plataformas comparadoras los recopilan fácilmente, lo que permite aprenderlo todo sobre los mejores créditos online urgentes sin demasiadas complicaciones, como también ver qué ofrecen los créditos con ASNEF y otras tantas opciones. Aun así, vamos a ver a continuación los principales tipos de créditos por internet que se pueden encontrar actualmente.
Créditos personales online
Una fórmula de lo más tradicional, solo que llevada al ámbito digital. Los créditos personales en línea se ofrecen a particulares exclusivamente y suelen manejar unas cantidades que rondan los 1.000 euros aproximadamente. Su lado positivo es que no requieren avales al no ser cifras abultadas y que, además, suelen ser prácticamente instantáneos.
El problema que les acompaña es que los intereses pueden ser traicioneros. De hecho, en caso de haber retrasos con el pago de cualquier plazo, los intereses añadidos son bastante altos. Ese es su doble filo, y uno con el que hay que llevar bastante cuidado.
Minicréditos en línea
Muy ligados a los créditos rápidos que veremos más adelante, los minicréditos online son productos financieros que ofrecen unas sumas de dinero realmente bajas. Por lo general, el valor máximo al que aspiran es de unos 900 euros, y el mínimo puede ser de tan solo 30 ó 50 euros. Cantidades que pueden resultar nimias, pero que a veces pueden ser útiles en casos de extrema urgencia.
Dado que no manejan precios altos, el plazo de devolución no suele superar los 30 días o el mes de duración, al igual que la concesión no requiere más de un par de minutos. Es algo rápido y ligero, pensado para tardar poco y usar ese dinero cuanto antes, sin complicaciones ni cuestiones. Aunque, cuidado, los intereses también están aquí.
Créditos rápidos online
A diferencia de los anteriores, aunque están muy relacionados por los tiempos que manejan, los créditos rápidos online son productos que pueden llegar a ofrecer hasta 10.000 euros a los solicitantes. Cifras altas que se ingresan en cuenta en plazos máximos de 48 días y que ofrecen la posibilidad de realizar la devolución completa en un máximo de 5 años.
A priori algo bastante interesante, sobre todo por la agilidad y la rapidez con la que se gestiona todo. No se exigen avales, no hay condiciones saturadas, pero sí que hay algunos intereses elevados en muchas financieras. Es el precio a pagar por la rapidez que ofrecen.
Créditos online con ASNEF
La última opción que vamos a ver es la de los créditos en línea con ASNEF. En este sentido, lo cierto es que este producto no difiere mucho de cualquier otro tipo de crédito que hayamos podido ver hasta ahora, de hecho, su principal y, en ocasiones, única diferencia es que es compatible con personas que figuran en cualquier registro de morosidad por alguna deuda pendiente.
Eso, y el proceso de solicitud, en el que se exige aportar algún tipo de documento que justifique ingresos recurrentes. Esas son las principales diferencias, el resto es igual que con los préstamos online habituales.
Y estos son los principales tipos de créditos en línea que puedes encontrar actualmente. Conviene recordar que no tienen por qué ser la opción más adecuada para afrontar una deuda ya que, aunque permitan amortiguar su impacto, al final te harán pagar más o mucho más de lo que debías inicialmente. Si puedes explorar alternativas, hazlo, lo agradecerás con el paso del tiempo.