El pasado sábado se reunió en La Laguna la Asamblea de la Federación Canaria de Arrastre. A la cita asistieron sus 18 componentes representando a los seis clubes del Archipiélago y a los colectivos de deportistas y jueces.
El presidente de la Federación Canaria, Pedro Molina, explicó que “se habló sobre la conveniencia de realizar modificaciones en cada una de las islas para mejorar las competiciones. En Gran Canaria el desarrollo del arrastre está todavía un poco más estancado, en La Palma contamos con siete pruebas en el calendario, y en Tenerife creemos que hay que mejorar lo que sea necesario buscando una mayor agilidad en el desarrollo de las pruebas”.
[su_pullquote align=”right”]“Creemos que hay que mejorar lo que sea necesario buscando una mayor agilidad y espectáculo en las pruebas”[/su_pullquote]Una de las propuestas es la reducción de uno de los tres grupos de competición, manteniendo las siete categorías existentes (cuatro de Toros y tres de Vacas). “Esta decisión le corresponderá a la nueva asamblea que salga de las elecciones. Todo estará en función de las yuntas que se presenten a competición la próxima temporada”, señaló Molina. “Nuestro mayor interés es garantizar el espectáculo, pero tampoco se puede tomar esta decisión sin realizar una consulta con los ganaderos y clubes y estimar cuántas yuntas se inscribirán. En su momento había ganaderos que tenían muchas yuntas, pero ahora podrían presentar menos o a lo mejor tenemos un número mayor de yuntas y debemos continuar con los tres”.
Preguntado por la conveniencia de modificar el número de kilos en alguna categoría, el presidente aseguró que “no es una cuestión que se esté planteando ahora mismo. En los Toros Especiales nuestra idea es mantenerlo como está. Creo que esta temporada se ha ofrecido un buen espectáculo con 15 sacos. La yunta de Jesús Manuel González Medina ha sido muy superior y creo que nunca ha existido una igual. Cuando se inició esta categoría hace muchas temporadas se daba un tiempo máximo de cinco minutos para completar el recorrido, pero es que ahora la yunta ganadora hace un tiempo de entre 30 y 45 segundos y la que finaliza segunda termina en poco más de un minuto”.
“Nadie se podía imaginar, continuó, que una yunta jalando 1.500 kilos pudiera hacer estos tiempos. En la historia de los arrastres de Toros Especiales ninguna pareja ha dado la vuelta al recorrido con tanta facilidad y no creo que haya existido nunca una yunta igual. Recordamos hace unos años una yunta de Cecilio González Alonso que arrastró un día 20 sacos, pero fue una sola vez. Y en todos estos años todas las yuntas hacían tiempos muy superiores al minuto y medio y arrancando y parando una o dos veces durante el recorrido, pero es que esta de Jesús lo completa sin parar y a una velocidad espectacular”, recordó.
Cuestionado por el balance de la temporada, Pedro Molina aseguró que “la salud del arrastre es buena. La temporada 2016 ha estado marcada por la llegada de gente joven y también estamos viviendo la salida de la crisis económica. Los efectos de los años 2012 y 2013 fueron muy duros, pues no se consiguió dinero y los ganaderos tuvieron que quedarse con un mínimo que animales, pero ahora estamos mejorando. Vemos animales jóvenes y otros que ya llevan un par de años arrastrando -y es que una yunta de Toros tarda cuatro o cinco años en llegar a Primera o Especial-”.
Molina destacó “el esfuerzo de los ganaderos en arrastrar en esos años tan duros y casi sin dinero, y también la implicación de las Administraciones públicas como el Cabildo, los ayuntamientos y el Gobierno de Canarias, que nos permitió sobrevivir. En 2017 arrancaremos con sabia nueva”.
Es evidente que Tenerife, La Palma y Gran Canaria tienen una idiosincrasia diferente. “El primer arrastre que organizamos en Tenerife fue hace ya 39 años. En este período ha habido un cambio generacional y ya han cogido el testigo no solo los hijos, sino los nietos de los pioneros. Este año hemos visto en muchos casos las tres generaciones arrastrando a la vez, con personas como Manuel Díaz Armas, que empezó en los años 70, y ya tiene un nieto y un bisnieto que empieza a repuntar como guayero. Hace 35 años arrastraba Laurentino Hernández y ahora tiene tres hijos y dos nietos que están participando con éxito. Otro ejemplo es Pepe Mesa, que tiene cuatro nietos y un yerno participando en los arrastres, o Arsenio Pérez, que venía con su primer hijo de la mano (tres de sus cuatro hijos son ganaderos, y dos participan en los arrastres), pero es que además los novios de sus nietas también están en los arrastres. Esa fuerza de la familia es muy importante. Si me pregunta ¿Cómo se puede crear esa afición en el seno de las familias? le respondo que eso no es una cosa que alguien la pueda planificar, es una cosa que nace ahí y está en las costumbres de las personas”.
Para Molina, “Esa tradición de años en el arrastre tinerfeño no ha existido en Gran Canaria ni en La Palma. Para mantenerla viva hacen falta muchas personas involucradas y dispuestas a coger el relevo. En La Palma, el problema no es económico sino que en la Isla no hay tantos ganaderos y cuesta mucho arrancar con el arrastre. Mientras en Gran Canaria, reforzar el arrastre ha costado muchísimo. En tiempos de crisis el Cabildo de Tenerife nunca ha dejado de colaborar con los arrastres, ni siquiera en la época más dura, sin embargo, en Gran Canaria la retiraron. Necesitamos que el Cabildo de Gran Canaria de una ayuda económica a las pruebas y que los mecanismos se vayan creando”.
Indudablemente, la tradición de la raza autóctona canaria se mantiene viva en el entorno de La Laguna, Tegueste, Santa Cruz, La Esperanza y Tacoronte. “Hemos sido capaces de mantener esa tradición y el respeto y el cariño a la raza de la tierra y en el resto de la Isla, donde no ha existido es difícil que tenga ese calado. Cuando comenzamos a organizar los arrastres hace treinta años nosotros no sabíamos porqué venía tanta gente a verlos, y fue cuando comprendimos que no solo le gustaba el espectáculo, sino que le recordaba y se reencontraba con su pasado, como descendientes de familias de agricultores y ganaderos. Recuerdo por ejemplo, en el año 80, que traímos a Iñaki Perurena para que lograr un récord del mundo de pulso de piedra, y lo dejamos para el final del acto, y cuando terminó de arrastrar la yunta de toros, se fue la mayoría del público y se quedaron al intento de Perurena muy poca gente”.
Mantener el ganado es un sacrificio constante
Mantener una ganadería y más de raza basta autóctona, con menos rentabilidad económica que otras razas de ganado no es fácil.
“Eso no se improvisa sino que tienes que tener una gran afición. Hay que pensar que una yunta tiene que comer los 365 días del año, así como prepararla y entrenarla para que solamente compita tres o cuatro días al año. Esto supone un gran sacrificio y eso lo hacen las personas que están toda la vida vinculadas a los animales y lo han asimilado como suya (desde que ha nacido ha tenido animales en casa y ha trabajado con animales las labores del campo). Todavía muchos utilizamos los animales para preparar la tierra, arar y sembrar el cereal, y es bonito ver cómo se reúnen distintas generaciones con sus yuntas para ayudarse, formándose unas auténticas asambleas en las que comparten el trabajo, la comida, se ve el compañerismo y nuestro amor por los animales. Esta es nuestra forma de vivir, no digo que sea el modelo a imitar por nadie, pero sí el que nos han inculcado desde pequeños”.
[su_pullquote align=”right”]“Si no fuera por los arrastres y las romerías, nuestra raza de ganado autóctona no existiría”[/su_pullquote]Por último, cuestionado por la presencia de animales en las romerías y el papel juegan en la protección de nuestra raza autóctona, Molina señaló que “creo que si no fuera por las romerías y por los arrastres, nuestra raza de ganado autóctona no existiría con la salud que actualmente tiene en Tenerife. Esta es una actividad económica también importante para darle salida a las yuntas y que los ganaderos puedan lograr un dinero para poder cubrir parte de los gastos de sus animales. Nadie se hace rico teniendo ganado autóctono (no da la rentabilidad de producción de leche otras razas como la frisona), ni nosotros damos grandes premios en metálico en los arrastres, ni se hacen de oro tirando en las romerías. Hay un grupo de ganaderos importantes que tienen vacas frisonas y vacas canarias y con los ingresos de una cosa contrarresta otra. El objetivo es que todo el mundo sobreviva buscando distintos recursos para de seguir teniendo la raza basta autóctona y que puede cubrir parte de los gastos que tienen sus animales”, finalizó.
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El proceso electoral concluirá antes de Navidad
La Asamblea de la Federación Canaria de Arrastre aprobó el censo electoral, paso previo a la convocatoria de elecciones a una presidencia que actualmente ostenta Pedro Molina.
Como así está dispuesto por la Ley de las Federaciones Deportivas Autóctonas, tras la publicación del censo se abrirá el plazo para que los interesados puedan presentar las alegaciones. Según la ley, formarán parte del censo las personas que hayan tenido licencia federativa en vigor los últimos dos años.
Una vez aprobado este censo definitivo se abrirá el plazo para la presentación de candidaturas a los seis representantes a deportistas (si hubiera más candidatos que plazas, habría que realizar elecciones a este estamento), al igual que el colectivo de jueces, mientras que los seis clubes del Archipiélago tienen su representante.
Una vez elegidos los 18 miembros, la mesa electoral formará la Asamblea y los candidatos a la presidencia deberán presentar unos avales del 10% de su composición. Si solo se presentara un candidato, quedará proclamado directamente presidente, y en caso contrario habría que votar. Todo el proceso podría finalizar antes de Navidad.
Ante la posibilidad de presentarse a la reelección, Pedro Molina aseguró que “a mí me corresponde convocar las elecciones y ahora mismo lo que queremos es que se haga todo el proceso. Ya iremos viendo con el paso del tiempo que decisión tomaremos”.
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