Tenerife crea la mayor red de detección de terremotos de su historia

Hasta 15 estaciones forman la nueva estructura impulsada por el vulcanólogo Nemesio Pérez, del ITER, que permitirán detectar microseísmos que hasta ahora resultaban imposibles de registrar

nuevas estaciones de vigilancia volcánica

Tenerife ha creado el sistema volcánico de sismógrafos más importante de su historia y uno de los más avanzados de Europa. La Isla cuenta a partir de ahora con un nivel de control de máxima precisión, gracias a la instalación de 15 sismógrafos especiales, de última generación, para detectar seísmos que hasta ahora eran indetectables. Será lo más parecido a un electrocardiograma permanente del territorio con electrodos colocados estratégicamente en los cuatro puntos cardinales. Peinará toda la Isla.

La principal novedad de esta gran apuesta de la división de Medio Ambiente del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), que dirige el vulcanólogo Nemesio Pérez, es la capacidad de microcirugía con la que operarán las estaciones sísmicas y que permitirán registrar movimientos en el subsuelo que los sismógrafos convencionales no detectan.

De este modo, ante el continuo temor a erupciones volcánicas, los expertos esperan contar con todas las pistas con suficiente tiempo de antelación, a través de los terremotos que avisan de cualquier riesgo. Junto a la tecnología, cabe subrayar la importancia de una debida información didáctica dirigida a la población para saber a qué atenerse, tanto en caso de terremotos considerables como de erupciones volcánicas.

[su_pullquote align=”right”]El ITER refuerza su equipo científico con Luca D’Auria, responsable de la monitorización del vesubio, el volcán más peligroso del mundo[/su_pullquote]

A fecha de hoy, de las 15 estaciones que componen la red solo faltan tres por instalar y está previsto que entren en servicio en un plazo de tres meses. El paso al frente que ha decidido dar el ITER es ambicioso, no tiene precedentes en España e incluye un fichaje estelar: nada menos que el sismólogo de mayor prestigio en Italia y uno de los de mayor reputación en el mundo, el italiano Luca D’Auria, que ha sido el responsable de monitorizar el Vesubio, considerado uno de los volcanes más peligrosos del mundo, al estar en una zona con gran densidad de población. De hecho, esta área próxima a Nápoles cuenta con planes para evacuar hasta a un millón y medio de personas.

En el funcionamiento de esta red sísmica de precisión jugará un papel fundamental el Supercomputador Teide, instalado en el ITER (Granadilla de Abona), que permite, a través del procesamiento de datos a alta velocidad, el análisis de la información recogida por el conjunto de sismógrafos.

Manuel Cendagorta, director-gerente del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables, señaló a este periódico que la alta computación permitirá realizar modelos de Isla y hacer suposiciones con los datos que aporten las estaciones.

“Los sismógrafos tienen un GPS y están sincronizados entre sí con mínimos errores de milésimas de segundos”, recordó Cendagorta.

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